Después de sumar seis puntos consecutivos y situarse a dos de la salvación, el Hércules parece otro y su delantero Braulio Nóbrega, también. El canario, que ha vivido un calvario de casi medio año con una lesión muscular mal curada, vuelve a sonreír tras marcar tres goles en los dos últimos partidos: el primero de la victoria en Guadalajara el pasado domingo y los dos primeros del triunfo ante el Sabadell la jornada anterior. "Son seis puntos que eran vitales para nosotros en estas dos semanas", reconoció ayer el ariete, que hasta se atrevió a marcarse un objetivo para lo que queda de temporada: "Acabar con nueve goles estaría bien y con diez sería perfecto porque meter seis o siete goles más de aquí al final sería muy buena cifra para mí y supondría bastantes puntos para el equipo".

Con cuatro goles en cuatro partidos como titular -el primero se lo marcó al Girona en la cuarta jornada en el Rico Pérez- el "10" del Hércules comienza a acreditar su fama de delantero fino y goleador en el tramo decisivo de la competición para el Hércules. Aunque aún se le ve algo lejos de su peso ideal y de su mejor momento de forma, Braulio ha mejorado considerablemente el bagaje atacante de este Hércules, condenado hasta ahora a vivir exclusivamente de la inspiración de Portillo y sus 13 goles. Y es que el canario no sólo marca, sino que, partido a partido, demuestra su condición de hombre de área: define con clase y precisión, se asocia bien en el juego, es muy hábil en los desmarques y cuenta con ese instinto innato de los goleadores para crear peligro y detectar por dónde puede llegar. Recobrados el olfato y el oficio, que nunca perdió, el delantero también necesita recuperar su mejor estado físico. El pasado domingo fue sustituido por Eldin en el minuto 54 porque notó "un poco pesadas las piernas" y consideró más prudente pedir el cambio que lamentar una posible nueva lesión.

De modo que los goles de Braulio -como colofón de una considerable mejora general del grupo- se han traducido en puntos decisivos para el equipo: marcó para remontar ante el Sabadell cuando el Hércules se precipitaba de cabeza hacia Segunda B y abrió la senda del triunfo el domingo en el Pedro Escartín. Con todo, el canario destacó que no hay ninguna euforia en el vestuario con el equipo aún a dos puntos de la permanencia "porque aún queda mucho camino por delante, pero estamos mucho más centrados y relajados".

Con el equipo mucho más enchufado y un optimismo creciente tras recortar seis puntos en dos semanas con la zona de permanencia, el ariete destacó la importancia del partido del próximo domingo (12.00) en el Rico Pérez ante la Ponferradina porque "quizás pueda ser definitivo" para alcanzar esa anhelada salvación después de muchas semanas en el pozo de la tabla. "Serían tres semanas seguidas ganando que nos daría una moral increíble", indicó. "Vernos fuera de la zona de descenso nos pueda dar muchísimo; una victoria este domingo nos liberaría del todo para demostrar la calidad que tiene esta plantilla", agregó. Con su renovación aún pendiente de concretar, Braulio recalcó que quiere ganarse la continuidad en el Hércules "en el campo y con más goles que sirvan para que el equipo sume de tres en tres", al tiempo que recalcó que todos los jugadores de la plantilla están recuperando ahora su mejor versión: "Quizás no había tanta competencia al inicio y la llegada de los nuevos ha sido buena para todos".