Al comité arbitral de la Federación Española de Fútbol parece que no le importa alimentar las suspicacias. No se entiende de otra forma al contemplar la designación de los colegiados que tendrán que dirigir el partido del domingo (17 horas, Marca tv) entre el Hércules y el Sabadell, para el que ha sido elegido Santiago Jaime Latre como árbitro principal, que, a su vez, estará acompañado por su paisano Jorge Bueno Mateo como juez de línea, a la sazón hijo del ex árbitro José Ignacio Bueno Grimal, hoy empleado del Huesca -uno de los rivales directo del Hércules en la lucha por la permanencia- donde ejerce la función de delegado.

La relación entre la pareja arbitral y el Huesca es, además, fluida, según se constata en la imagen que acompaña esta información, en la que se observa a Jaime Latre y a su auxiliar, Jorge Bueno, impartiendo clases de reglamento a la plantilla del club oscense al inicio de la presente temporada.

Tal designación llega, además, en un clima de desconfianza y malestar en el seno del Hércules, constatable en las declaraciones de varios jugadores que se han sentido perjudicados seriamente por la labor arbitral en los últimos dos partidos. Sin ir más lejos, Edu Bedia, centrocampista herculano, fue el primero en levantar la voz ("Si quieren, no jugamos más y bajamos ya; no podemos seguir así", llegó a declarar tras el partido en Madrid ante el Castilla).

Ese encuentro -en el que se señalaron dos penaltis en contra, uno de ellos más que discutible- y el del anterior celebrado en el Rico Pérez ante el Almería, que se invalidó un gol a Pamarot, ha levantado ampollas en el seno del club alicantino.

Paralelamente, Javier Portillo no ocultó su malestar al término del encuentro ante el Castilla por la actitud "pasiva" de la directiva del Hércules ante los últimos arbitrajes que está sufriendo el equipo. Portillo, visiblemente enfadado, levantó la voz en el vestuario del estadio Alfredo Di Stéfano para recriminar falta de implicación de los dirigentes, en presencia del presidente, Jesús García Pitarch, y del vicepresidente, Valentín Botella, que bajaron a la zona de duchas de Valdebebas al término del encuentro y que no rechistaron tras escuchar la fuertes palabras del delantero de Aranjuez.

José Ignacio Bueno Grimal, delegado del Huesca, fue árbitro de fútbol profesional desde 1987 hasta 2001. El año pasado asumió el cargo de delegado del Huesca como sustituto de Villacampa Duque.