Mucho orden, máxima efectividad y un poco de suerte. Todos esos ingredientes llenaron el coctel con el que el Hércules pudo brindar por vez primera después de pasar varias semanas a base de sorbos de desagradable brebaje. La nueva pócima que salió del Nuevo Arcángel de Córdoba aporta signos para creer en la mejoría mostrada si el equipo atiende a las nuevas coordenadas marcadas por Quique Hernández.

Resulta normal que, por encima de todo, resalte el premio de los tres puntos, que llega como agua de mayo dada la dramática situación, pero se hace obligado subrayar la mejoría defensiva como punto de partida del renacer del bloque herculano, que trabajó sin dejar fisuras, tapando huecos y espacios bajo la batuta de Diego Rivas, pieza clave por delante de la línea de cuatro para coser líneas y abrochar retaguardia y centro del campo en pos de una guerra que precisaba sacrificio, concentración y muchísimo trabajo.

Hablaba de orden y, acto seguido, mentaba la efectividad. Pues bien, dos disparos realizó el Hércules entre los tres palos de la portería cordobesa... y los dos besaron la red. Ambos tuvieron un denominador común: Edu Bedia. El cántabro, que se apaga sin balón, pero se crece cuando lo toca, puso un guante en su bota para colgar dos pelotas que resultaron providenciales al pisar área andaluza. En la primera, Cabrera, que se había sumado al ataque, envió de cabeza a la portería un segundo después de que Rivas le facilitara la labor colándose por enmedio para que rematara sin oposición la falta botada por el excentrocampista del Racing. (0-1, m.8).

El segundo y definitivo tanto llegó en una acción con idéntica raíz: Bedia colgó un balón al área y Sardinero, que se coló entre los centrales como una anguila, batió a Alberto García. Entre uno y otro gol hubo un mar de sufrimiento. El Córdoba mostró sus poderes tras despertar a la media hora de juego, espacio de tiempo en el que algunas piezas claves del Hércules se mantuvieron frescas físicamente. Con el tanto del empate, anotado por Juanra en propia meta en el desesperado intento de evitar el disparo final de Fede Vico (1-1, m.33), el Córdoba decidió tocar la corneta y mandar el batallón hacia Falcón. A partir de ese instante, la posesión del cuero rondó el 80 por cien a favor del cuadro andaluz, decidido a voltear un resultado frente a un rival que ya no respondía en el intercambio de golpes como al principio.

Sin embargo, el Hércules mantuvo el tipo por detrás. El desajuste táctico defensivo que tantos puntos ha costado encontró medicina. Con Rivas, a tiempo completo, y Fran Mérida, mientras se mantuvo en pie, el bloque herculano capeó el temporal. La situación empeoró cuando el ex del Arsenal agotó el combustible y Gilvan se lesionó tras golpearse contra el poste en una acción defensiva que abortó una clara ocasión cordobesa. A partir de ahí, el manchego tuvo que multiplicarse más para mantener a raya a un enemigo que puso cerco a Falcón y comenzó a disparar con cierto peligro.

Con el empate servido se llegó al descanso y, a partir de ahí, el Hércules renunció a una orilla. Con el miedo en el cuerpo por el sello de colista tatuado en su frente, el conjunto alicantino congregó todas sus energías en mantener prietas las filas y cerrar espacios. Sobre esos renglones comenzaba a escribir Caballero, un futbolista de toque preciso y con conexión con Fede Vico, otra de las piezas codiciadas por un Córdoba que maneja con soltura el fútbol en el Nuevo Arcángel.

El conjunto andaluz puso la directa, enfocó hacia el meta herculano y nunca perdió de vista la vertical, aunque estuvo impreciso en el estoque. Culpa de eso la tiene el Hércules, que cerró espacios mejor que nunca. Y cuando alguno quedó abierto apareció Falcón, un guardameta valioso que ayer volvió a mostrar su mejor versión cuando fue puesto a prueba por Dubarbier en varios disparos puntuales.

Por delante, el Hércules dejó de existir. Portillo sólo anotó en su cuenta particular un disparo lejano en la primera parte, si bien se unió a la buena labor coral defensiva. Se dio una acción puntual en un contragolpe mal armado que dejaba un tres contra uno claro para el bloque alicantino y pare usted de contar.

Al Hércules le duraba poco el balón, no es que lo despreciara, sino que encontró enfrente a un enemigo con más paz interior, mejores armas creativas y más puesto y dispuesto para tratarlo como Dios manda.

Por el flanco derecho, donde volvió a situarse Pere Martínez, llegó alguna acción peligrosa en las botas de López Silva que pudo amargar. Afortunadamente, tanto el uruguayo Cabrera -ayer con mejor tono- como Juanra -que siempre aprueba- y el mismo Rivas sacaron la cara para fortuna de un equipo tejido con alfileres por las lesiones.

Justo en el peor de los momentos, con el Hércules apurado, renunciando por completo a dañar cerca de la puerta defendida por Alberto García, llegó el gol definitivo. Restaban ocho minutos para la conclusión y una inocente falta cerca de la línea central encontró el centro suave de Edu Bedia. Ni los centrales del Hércules habían subido a rematar (en esos momentos solo se pensaba en mantener el empate a toda costa), pero sí lo hizo Sardinero, que metió el cuerpo por la rendija que dejaron dos defensores locales para, acto seguido, anotar el gol del triunfo. Así es el fútbol. Con el bloque plagado de bajas, jugadores fuera de su posición natural y el cartel de víctima en la frente, llegó una victoria que revitaliza al Hércules ante un buen equipo. Pero, sobre todo, ofrece una imagen de mejoría evidente en tareas defensivas, por donde se debe crecer. Por ahí se cimentó lo que más tarde se consiguió: Un triunfo que ofrece otra perspectiva. No todo está perdido. Hay capacidad para mejorar. Pero que no se despisten.

Alrededor de 30 seguidores alicantinos se dieron cita en el Nuevo Arcángel

Alrededor de treinta aficionados del Hércules se dieron cita en el estadio Nuevo Arcángel de Córdoba para animar al equipo alicantino. Ni la pésima clasificación ni las inclemencias del tiempo impidieron que una buena representación de seguidores viajaran a la ciudad andaluza. Casi todos ellos quedaron ubicados en la grada alta de preferente y también muchos de los seguidores llegaron enfundados con la camiseta oficial del Hércules al estadio cordobés.

AL DETALLE

Minuto 8 Centro de Edu Bedia sacando una falta y remate de cabeza de Cabrera a la red. 0-1.

Minuto 18 Caballero estrella en la barrera una falta directa al borde del área .

Minuto 20 Portillo intenta sorprender con una vaselina desde 35 metros.

Minuto 24 Dubarbier busca el palo con un disparo desde la frontal que atrapa Falcón.

Minuto 25 Barullo en el área con el balón paseando por la línea de gol que acaba despejando Gilvan.

Minuto 32 Falcón atrapa un disparo de Dubarbier.

Minuto 32 Jugada de Caballero y gol de Juanra en propia meta al intentar despejar.

Minuto 46 Contragolpe del Hércules en superioridad numérica que no culmina.

Minuto 46 Potente chut de Dubarbier que rechaza Falcón.

Minuto 51 Fede Vico controla en la frontal y chuta ligeramente desviado.

Minuto 51 Falta de Dubarbier que se envenena y sale fuera por poco.

Minuto 64 Edu Bedia se queda sin fuelle en un contragolpe y no acierta a centrar tras pisar área.

Minuto 66 Jugadón de López Silva por la línea de gol que acaba en nada

Minuto 79 Centro al punto de penalti tras sacar rápido una falta que remata Caballero y el balón sale rozando el poste.

Minuto 81 Centro de Edu Bedia que recoge Sardinero en el área y supera al portero. 1-2.

Minuto 90 Balón a la olla del Córdoba que da en la espalda de un jugador del Córdoba y sale por la línea de gol.

Minuto 93 Disparo de Caballero que sle desviado por la derecha de Falcón.

Debutó Toti

El partido disputado ayer en Córdoba sirvió el debut de Toti, jugador cedido por Quique Pina que todavía no había disputado ni un minuto debido a diferentes lesiones. El futbolista jugó la recta final del encuentro y no desentonó.

Adiós al farolillo rojo y a cuatro de la salvación

La derrota del Guadalajara en Huesca (2-1) permite al Hércules abandonar la posición de colista y situarse a sólo cuatro puntos del Sporting de Gijón, equipo que marca la zona de permanencia y que, curiosamente, visita el Rico Pérez el próximo sábado a las 18.00 horas.