Relevo entre caras conocidas. El Hércules consumó el despido de Juan Carlos Mandiá, el segundo entrenador que más veces ha dirigido encuentros del equipo alicantino (154), para contratar a Quique Hernández, curiosamente el técnico que ocupa el tercer lugar en ese ranking con 136 partidos en el banquillo herculano, y que llega de nuevo a Alicante para afrontar su tercera etapa como preparador del club del Rico Pérez. El técnico de Anna tendrá, de esta forma, la posibilidad de batir el récord que ostenta Arsenio Iglesias (162 encuentros al frente de la dirección técnica blanquiazul), cifra a la que Mandiá ya no podrá llegar.

El consejo de administración del club alicantino, con Jesús García Pitarch a la cabeza, se decantó finalmente por la opción de Hernández tras valorar su mayor experiencia por encima de la candidatura que lideraba Josip Visnjic.

Con esa idea clara, la directiva herculana hizo saber al administrador concursal que la etapa de Mandiá había llegado a su fin minutos después de la conclusión del encuentro ante el Guadalajara, postura que, en principio, desaceleró el gestor hasta no ver cuadradas las cuentas con esta nueva operación, de ahí que el club se reservara dar oficialidad al relevo, aunque sí admitió que "por su parte" daba por concluida la "era Mandiá". De hecho, al administrador judicial, Alfonso García Cortés, se le hizo saber que la decisión de despedir al gallego había sido adoptada por unanimidad.

Así pues, a la espera del comunicado oficial, el camino queda allanado para contentar a todas las partes con un cambio que desde todos los puntos se antojaba necesario. Entretanto, Quique Hernández viajó ayer desde Soria -su lugar de residencia- al domicilio de sus padres en Anna a la espera de la confirmación definitiva para hacer acto de presencia en Alicante.

Paralelamente, el representante de Hérnández, Antonio Alfaro, ultimó las condiciones del nuevo contrato del entrenador, que quedará vinculado al Hércules hasta el 30 de junio sin cláusula alguna que prolongue su estancia. Eso sí, en el documento quedará plasmado una mejora económica atendiendo a un hipotético rendimiento que va más allá de la permanencia del equipo en la categoría y que contempla premio si el de Anna es capaz de llevar al plantel herculano a la promoción de ascenso e, incluso, a la Primera División, objetivo que en momentos como el que atraviesa actualmente el Hércules aparece como utópico.

Compañía: Moisés y Paredes

Para esta tercera etapa al frente del Hércules, que hoy se comunicará oficialmente por el club, Quique Hernández llega con un viejo conocido de la afición alicantina, Moisés García León, y con un preparador físico con galones: Jesús Paredes.

Moisés, que ya acompañó a Hernández como segundo técnico en su etapa en el Huesca, viene de la mano del presidente, Jesús García Pitarch, que tenía intención de designarle segundo técnico aunque el elegido para tomar el mando hubiese sido Josip Visnjic. De hecho, el pacto con Moisés se produjo semanas atrás, durante una reunión que Pitarch mantuvo en Valencia con el exdelantero en presencia del agente de futbolistas Tente Sánchez.

Moisés, que también tiene previsto viajar hoy desde Zaragoza a Valencia como primera escala a la espera de que el club confirme oficialmente el cambio del cuerpo técnico, afrontará su segunda aventura como ayudante en los banquillos desde que colgara las botas.

Una vez abandonó el Hércules, Moisés recaló en el Poli Ejido, Nástic de Tarragona, Huesca y Deportivo La Muela, donde colgó las botas para incorporarse al organigrama técnico del club de la capital oscense. Su carrera pasará a partir de las próximas horas de nuevo por Alicante, donde dejó huella a pesar de permanecer sólamente un par de años como jugador.

Por otro lado, el currículo de Jesús Paredes refleja su valía como preparador físico. Avalado con el campeonato de Europa de selecciones que logró haciendo equipo con Luis Aragonés al frente de la Roja, Paredes llega al Hércules como físico de confianza de Quique Hernández, con quien ya trabajó en el Elche en la temporada 93-94.

Medalla de oro por el INEF, Paredes ha desempeñado su labor en diferentes equipos, grandes y pequeños, de la Liga española: desde el Atlético de Madrid con Luis Aragonés, hasta el Huesca con Calderón, pasando por el Betis, Murcia, Rayo y hasta Boca Juniors con Alfredo Di Stefano en la década de los ochenta.

Su logro más preciado es el mencionado con la selección española en la Eurocopa de 2008. A Paredes se le atribuye en aquel torneo una excelente planificación del apartado físico, con planes específicos que recibieron el elogio unánime de los internacionales, entre ellos, Iker Casillas, que no reparó en declarar que si España había ganado a Alemania, Italia y Rusia, "parte de la culpa fue de Paredes".

La salida de Mandiá

Jesús García Pitarch contactaba telefónicamente con Juan Carlos Mandiá minutos después del encuentro, una vez el técnico abandonó el estadio en el autobús junto al plantel.

Según testigos presenciales, Pitarch trató con "cariño" a Mandiá en un momento especialmente duro para todo entrenador.

El gallego aceptó la decisión del consejo, que se adoptó por unanimidad, en las oficinas del estadio, donde además de Pitarch se presentaron los vicepresidentes Vicente Farach y Valentín Botella.

Con el administrador concursal se contactó más tarde para notificarle que el consejo había decidido sustituir al técnico y, con ello, estaba decidido proceder al relevo en la figura de Quique Hernández.

A partir de ahí, resta plasmar en un documento los detalles de los nuevos inquilinos del banquillo herculano y el pago para dejar finiquitado el contrato de Mandiá y su preparador físico, Quique Sanz.

Fuentes consultadas aseguraron a última hora que Pitarch negociaba los finiquitos de Mandiá y Sanz durante la tarde de ayer domingo. En principio, el gallego, al que le quedará algo menos de 200.000 euros para liquidar su compromiso en el Hércules, puede pedir cobrar todo a la firma del finiquito, aceptar un pago aplazado y/o exigir el aval del administrador para cobrar durante los próximos meses su deuda.

En el presupuesto está contemplada su nómina, pero no deja mucho margen para las posteriores contrataciones. En ese sentido, el nuevo cuerpo técnico tiene que asumir la rebaja.