"Mitos que se caen como Sergio Fernández, no es oro todo lo que reluce". Este comentario, vertido en twitter, procedía del presidente de la Asociación de Agrupaciones Herculanas y aparecía en la pantalla de la red social horas después de una reunión que tuvo lugar en la sede del Rico Pérez entre miembros de la AAH y la cúpula directiva del Hércules, con el nuevo presidente, Jesús García Pitarch, a la cabeza. El encuentro, que contó con la presencia de Valentín Botella y Carlos Parodi, había sido solicitado por Pitarch para presentarse ante los representantes de las peñas y tratar asuntos relacionados con ellas, pero acabó por desvelar que, lejos de haber acercado posturas y limado asperezas con el director deportivo, sigue latente la batalla interna. Tal conclusión se extrajo de la reacción expresada por el nuevo presidente cuando uno de los peñistas mencionó el nombre del leonés y los últimos acontecimientos que estuvieron a punto de provocar su salida de la entidad. En ese instante, Pitarch, según testigos presenciales, expuso varias situaciones que menoscababan la profesionalidad de Fernández. Una de ellas, siempre según las mismas fuentes, salió a relucir cuando se expuso el futuro fichaje de Portillo. En ese punto, Pitarch agregó que también podría catalogarse como nepotismo el proceder del director deportivo a la hora de elegir y potenciar como médico del equipo a César Cobián tras desvelar acto seguido que el galeno tenía vínculos familiares dado que era el padrino del hijo del técnico leonés. Del mismo modo, el dirigente se dejó caer que la ausencia de Abel Aguilar en los entrenamientos también era achacable a la diligencia del director deportivo por no haber comunicado con tiempo y forma suficiente la fecha del inicio de la pretemporada.

García Pitarch declinó ayer tras ser consultado por este periódico hacer comentarios sobre "aspectos privados" de una reunión mantenida con la directiva "que representa un colectivo tan importante como las peñas". El presidente se limitó a expresar que "si otros quieren comentar algo al respecto, es cosa de ellos. Eso es algo que ni yo ni el club podemos controlar, aunque sí me gustaría que lo que se dice en esas reuniones quedara protegido por la privacidad".

Por su parte, Sergio Fernández negó ser el responsable del retraso de Abel Aguilar. "Tengo 'mails' y 'sms' cruzados en los que Mandiá se niega a darme información alegando que ya se la ha dado al consejero delegado. No obtuve esa información (el inicio de pretemporada) hasta el día 6 (cuando se presentó el presidente) fecha en la que se la trasladé al delegado del equipo (Ángel Linares) para avisar a los jugadores. El día 9 me llamó el representante de Abel diciendo que había perdido el pasaporte y el teléfono. Le dije que me localizara y me llamó para explicarse. Lo tengo todo por escrito", señaló Fernández.

Asimismo, en relación al comentario sobre el médico, el director deportivo puntualizó que Cobián es mi amigo, "no mi padre, ni mi hermano" y recordó que "ha sido veinte años el médico del Depor, con el que ganó Liga, Copa del Rey y fue semifinalista en la Champions". "Además", agregó, "si me exponen una sola razón, una sola queja, seré el primero en decir que prescindan de sus servicios".

Precisamente, el asunto de los servicios médicos ha levantado un nuevo foco de polémica dentro del club. Juan Carlos Mandiá quiere contar con Jeroni Llorca -que llegaría acompañado del también exmédico herculano Javier Soro- y prescindir de Cobián, cuyo contrato expiró en junio. Por contra, Sergio defendió la continuidad de Cobián en una reunión con el administrador judicial en la que el gallego aceptó rebajar su sueldo al mismo nivel del que ofrecía cobrar Llorca. La postura dubitativa e indefinida del consejero delegado, Carlos Parodi, en ese mismo acto acabó por decantar, de momento, la decisión hacia Cobián.

Con todo, es más que probable que en este punto todavía no esté dicha la última palabra.