El día de ayer estaba marcado en el calendario de todo herculano y franjiverde y se notaba desde antes de empezar el encuentro con la animación de las dos aficiones, aunque el trascurso del partido hizo que en algunas ocasiones ésta decayera.

La fiesta herculana empezó en el Rico Pérez con la salida de los 22 autobuses. Los aficionados sabían que no se trataba de un partido cualquiera. Nadie se podía imaginar lo que esperaba en el estadio ilicitano.

Querían ganar al eterno rival pero sabían que no iba a ser un partido fácil, independientemente de la situación deportiva de cada equipo.

En la entrada al estadio los aficionados herculanos se quejaron del mal acceso a las gradas, pues sólo podían hacerlo por una torre, lo que provocó largas colas y aglomeraciones en las puertas.

Por parte de la afición ilicitana varias fueron las quejas relacionadas con el acceso al estadio, que este año ha estado más restringido y la llegada de la "Jove Elx" con escolta policial.

Una vez en el campo, ambas aficiones no dejaron de animar a sus respectivos equipos, pero con el gol de Abel Aguilar en el minuto 72 el ambiente cambió y la afición blanquiazul se vino arriba. El anillo del Martínez Valero era toda una fiesta. Difícil era encontrar un herculano sentado.

La diferencia entre aficiones era más que evidente, sobre todo cuando el Hércules marcó el segundo gol. En ese momento aficionados del Elche abandonaban el campo, mientras que los herculanos empezaban a entonar "olés". Sabían que quedaba poco para el final y tenían que hacer que el equipo no se viniera abajo. Los jugadores desde el campo incitaban a los hinchas para que no dejasen de animar y la parroquia blanquiazul respondió de tal manera que la comunión entre afición y equipo funcionó y llegó el tercer gol.

Desde ese momento eran cada vez más los ilicitanos que no querían ver como el eterno rival celebraba un 0-3 en su campo y seguían abandonando el estadio.

En el camino de vuelta el autobús del equipo encabezaba la caravana herculana y a la llegada al Rico Pérez los aficionados pudieron agradecer a los jugadores el partido realizado en Elche.

A diferencia de otros años, esta vez no ha habido ningún incidente entre aficiones y el ambiente de derbi trascurrió con total normalidad.