La llegada de los Reyes Magos se adelantó ayer en el área pediátrica del Hospital Universitario de Alicante. La plantilla al completo del Hércules, el cuerpo técnico y una representación de la directiva repartieron unos 250 regalos entre una treintena de niños ingresados, varios de ellos en Oncología Infantil.

Los jugadores blanquiazules quedaron impresionados por la ilusión que despertó su visita entre los niños, que estaban acompañados por sus padres en el aula hospitalaria de la citada aula pediátrica. Los pacientes, con edades comprendidas entre los 2 y los 12 años, recibieron buena parte de los juguetes recaudados por la Fundación Hércules en el torneo benéfico organizado hace un par de semanas.

Los futbolistas, así como el entrenador Juan Carlos Mandiá y sus ayudantes, regalaron juguetes, balones, bufandas, puzzles y levantaron también una expectación importante entre el personal sanitario. "Es increíble ver la fortaleza de estos niños", comentaban los jugadores del Hércules mientras abandonaban el centro. Alguno de ellos, como el delantero Adrián Sardinero, se mostraba conmovido a través de la red social Twitter. "No hay nada mas bonito que la sonrisa de un niño. Bonita visita al hospital, ha sido increíble. Valoramos muy poco lo que tenemos", publicó el joven atacante cedido por el Getafe.

El técnico Mandiá, padre de dos niños, se mostró especial cariñoso con los hospitalizados y les invitó a acudir al Rico Pérez para ver los partidos del Hércules en cuanto reciban el alta.

A la zona de Oncología Infantil sólo accedieron algunos futbolistas, entre ellos el capitán Tote, uno de los más fotografiados.

El gerente del Hospital General Universitario, Juan Antonio Marqués, y el delegado de la Conselleria de Sanidad, José Ángel Sánchez, acompañaron a Valentín Botella en el recorrido por el centro mientras que los futbolistas departían con los niños y les arrancaban unas sonrisas. Aunque algunos de los hospitalizados se decantaba por Messi, muchos reconocieron a Aganzo y se fotografiaron con él. El delantero madrileño, visiblemente emocionado, repartió varias bolsas de juguetes, al igual que Urko Vera, muy pendiente de los más pequeños.

Los jugadores más bromistas de la plantilla, como Carlos Calvo y Míchel, departieron amigablemente con el personal sanitario y con los padres de los hospitalizados al tiempo que repartieron balones y bufandas blanquiazules.

Otros futbolistas que ya son padres, como Mora, Peña, Tiago Gomes, Diego Rivas o Juanra, se mostraron muy cariñosos en la entrega de regalos y confiaron en la pronta recuperación de los ingresados. Y les prometieron que el año que viene volverán al Rico Pérez, pero para ver fútbol de Primera.