El Hércules no quiere protagonizar otro affair por la salida precipitada del entrenador, como ya sucedió en junio de 2009 con la polémica marcha de Juan Carlos Mandiá al Racing de Santander. Por ello, el contrato que une al técnico gallego con la entidad blanquiazul recoge una cláusula de rescisión de tres millones de euros, que deja muy lejos la cantidad que permitió a Mandiá romper su vinculación con el Hércules para comprometerse con el conjunto cántabro hace dos temporadas. Entonces, por apenas 300.000 euros, el técnico lucense pudo romper su unión con el club alicantino para emprender una aventura -a la postre, más efímera de lo esperado- en Primera División.

Con la cláusula que recoge el contrato de Juan Carlos Mandiá con el Hércules, cuya firma tuvo lugar el pasado jueves, el conjunto blanquiazul busca evitar otro trastorno en su planificación, como ya sufrió durante el verano de 2009. De hecho, el técnico gallego, que se ha comprometido por una temporada, renovará su vinculación con la entidad alicantina por otra campaña más si el equipo concluye la Liga entre los diez primeros clasificados de la Segunda División. De cumplirse esta premisa, el técnico gallego continuará en el banquillo del Hércules durante la 2012/13, siempre y cuando ningún club desembolse la cuantiosa cláusula de rescisión que contempla el contrato del preparador lucense.

El director deportivo, Sergio Fernández, que compartió vestuario como jugador en la última etapa de Mandiá en Alicante, quiere construir un proyecto de futuro en torno al que fuera su último técnico en el Hércules. Por ello, la actitud de la entidad recuerda la protagonizada hace dos años, tras la llegada de Esteban Vigo. Entonces, y con el único objetivo de no repetir otro "caso Mandiá", el Hércules incluyó una cláusula de tres millones de euros en el contrato. Ahora, la historia se repite.