El Hércules cambia de rostros y estructura, al tiempo que se mueve en los despachos jurídicos. La entidad blanquiazul ha comunicado al juzgado mercantil el inminente inicio de los trámites de negociación con sus acreedores para hacer frente al pago de una deuda que supera los 20 millones de euros, según fuentes judiciales próximas al club. Con esta medida legal -solicitud de concurso voluntario de acreedores-, el Hércules gana tiempo para negociar el pago de la deuda -el plazo se amplía de dos a cuatro meses-, con lo que salva la amenaza de un eventual descenso administrativo a la Segunda B. El club blanquiazul estaba obligado a desembolsar 14 millones de euros -nueve a los jugadores y cinco a Hacienda antes del 30 de julio para evitar la pérdida de categoría.

Técnicamente, la entidad se ha acogido a la solicitud de concurso voluntario de acreedores, un prerrogativa contemplada en el artículo 5.3 de la reformada Ley Concursal. Esta reforma legal permite a las empresas y sociedades en situación de insolvencia o con dificultades de liquidez -como es el caso del Hércules-, interrumpir el plazo de dos meses para la solicitud de concurso voluntario y ampliarlo hasta un total de cuatro meses. Se trata de un preaviso por parte del deudor, tanto al juzgado mercantil competente como a los acreedores, de la puesta en marcha de las negociaciones para afrontar el pago de las cantidades pendientes.

La solicitud del concurso voluntario tambien hace inviable, de facto, la posibilidad de que algún acreedor reclame judicialmente al Hércules el concurso necesario, equivalente a la antigua suspensión de pagos obligada.

A falta de dos meses para la temida fecha del 30 de julio y la consiguiente "espada de Damocles" de un posible descenso administrativo, el Hércules sortea la amenaza con la solicitud de preconcurso al ampliarse automáticamente en dos meses más -hasta finales de septiembre- el plazo para negociar el pago de la deuda, si bien fuentes del club calculan que el asunto puede quedar zanjado antes de esa fecha límite.

A grandes rasgos, el Hércules debe unos 24 millones de euros a sus propios jugadores, a otros clubes por diferentes conceptos y a la Hacienda Pública. Para minorar esa deuda, el club cuenta con siete millones de la Liga de Fútbol Profesional como compensación por el descenso más otros seis millones por derechos de televisión, a los que habría que sumar los que ingrese por los traspasos de jugadores como Kiko y Valdez.