Cacho Saccardi y Marcial Pina, dos futbolistas excepcionales, se vieron las caras aquella tarde del 4 de febrero de 1979 en el Hércules-Atlético de Madrid disputado en el Rico Pérez que acabó con empate sin goles. El colegiado Crespo Aurré, que dejó de señalar varios penaltis en el área atlética, influyó en el marcador. Por cierto, ese año el Hércules no descendió.