Apenas seis jornadas ha durado el optimismo contagioso de Miroslav Djukic sobre las posibilidades del Hércules para mantenerse en la élite del fútbol español. Consumada la derrota el sábado ante el Racing entre un mar de errores defensivos -al igual que la jornada anterior en Málaga-, el técnico serbio reflejó ayer sin ambages en la red social Twitter su desilusión y su pérdida de fe en la salvación: "Lo siento mucho. La decepción es grande. Para mantenerse es primordial la solidez defensiva. No la hemos conseguido". Sin entrar en mayores precisiones, Djukic tiene claro que las concesiones a la hora de defender han condenado al equipo en los dos últimos partidos, en los que ha encajado seis goles, la mayoría de ellos por deméritos propios. Aunque el vestuario anuncia lucha hasta el final en los tres partidos que quedan de Liga, el Hércules ya no depende de sí mismo para seguir en Primera. Incluso con un triunfo este miércoles ante el Mallorca podría estar ya matemáticamente en Segunda. Con sólo nueve puntos por disputar, los alicantinos suman 33 y la salvación la marca el Zaragoza, que tiene 39 puntos.

Desde su llegada al Hércules a finales de marzo, Djukic ha recurrido con frecuencia a las nuevas tecnologías, tanto para entrenar -con el uso del vídeo y el ordenador- como para comunicar sus sensaciones a través de Twitter. Sin ir más lejos, y antes de la decepción vespertina, el entrenador volvió a hacer el sábado por la mañana en esa misma red social una llamada a la afición blanquiazul para que apoyara al equipo y creyera en la victoria ante el Racing. De nada sirvieron las buenas intenciones del técnico, que vio perder a los suyos en medio del desacierto defensivo -portero incluido-, los errores arbitrales -incomprensible la expulsión de Valdez- y el desencanto de la grada. En los dos partidos más decisivos del curso -Málaga y Racing-, el Hércules ha recuperado viejos defectos y se ha visto muy penalizado por la falta de concentración, los errores en la marca y los despistes individuales. Demasiado lastre para una competición tan exigente y selectiva como la Liga.

Balance: de mal en peor

Con todo, y aunque no ha jugado contra los mejores de la categoría, las cifras de Djukic en el banquillo blanquiazul no son especialmente malas si se analizan fuera del dramático contexto del descenso: seis partidos con dos victorias, un empate y tres derrotas. El equipo sería el 14º en una clasificación de las seis últimas jornadas. Sin embargo, el Hércules ha fallado en los momentos decisivos -particularmente los dos últimos encuentros y en la visita al Levante- y no ha podido superar la nefasta herencia que dejó el anterior entrenador, Esteban Vigo, y que han convertido a los blanquiazules en el peor equipo de la segunda vuelta -con sólo 11 puntos, uno menos que el ya descendido Almería- y en el que más derrotas ha cosechado en toda la Liga -20, las mismas que la Real pero con tres victorias menos que los de Lasarte-.

El balance de los alicantinos se ha desplomado en todos los indicadores y son los segundos con menos victorias -nueve, las mismas que el Deportivo, pero con seis empates menos que los gallegos, que anoche cayeron a la tercera plaza de descenso tras ganar Osasuna en Zaragoza-.