Álex de la Iglesia no pensaba en Julio César Baptista cuando en 1995 escribió "El día de la bestia", la película que le coronó en el cine español tras lograr el Goya como mejor director. De hecho, por aquel entonces el brasileño tenía 14 años y empezaba a formarse en las categorías inferiores del Sao Paulo como volante defensivo. Tampoco esperaba Antonio Fernández, actual director deportivo del Málaga y por aquel entonces secretario técnico de Sevilla, haber fichado a un diamante en bruto. La entidad hispalense desembolsó 3 millones y fue Caparrós quien sorprendió a todos situándolo de mediapunta, una posición en la que sumó 50 goles en dos campañas. El Madrid se lo llevó por 25 millones. En la entidad blanca no triunfó como tampoco en el Arsenal y en la Roma. Ahora a vuelto con hambre y se está erigiendo como el salvador de un grupo que cuenta con la presión de mantenerse en Primera para dar continuidad al ambicioso proyecto del jeque Al Thani. El calendario es fuerte (Atlético, Athletic y Barça) pero "dependemos de nosotros", advierte Pellegrini.