Como si el mensaje hubiera estado escrito en las paredes del lujoso vestuario visitante del Real Madrid, todos los jugadores del Hércules repetían, en la noche del sábado, el mismo mensaje tras encajar una nueva derrota lejos de Alicante: "Comienza una liga de diez finales". Ni más ni menos. Penúltimos en la clasificación y con la permanencia a tres puntos, los futbolistas del Hércules asumen que ya no les queda margen de error en los seis partidos que afrontarán en el Rico Pérez y tampoco en los cuatro que restan como foráneos, donde los pupilos de Esteban Vigo firman estadísticas paupérrimas que llevan camino de convertirse en históricas.

Ya consumada la anunciada derrota en el Bernabéu, que se saldó con un aseado 2-0 porque los blancos apenas pisaron el acelerador, todos los estamentos del Hércules apuntan fijamente al choque del domingo ante el Osasuna (17.00 horas). Esta cita es todavía más urgente que la de hace dos semanas ante el Almería, que se saldó con derrota, ya que entonces el Hércules seguía sin saber cómo es la zona de descenso. El doloroso 1-2 encajado ante el conjunto de Oltra sumió al Hércules en el pozo y con la incómoda visita al Bernabéu a la vuelta de la esquina.

Todos los jugadores, e incluso el entrenador Esteban Vigo, asumían, en público y en privado, que el partido verdaderamente relevante era el del próximo domingo ante Osasuna, ya que puntuar en el Bernabéu era casi utópico a tenor de la férrea dictadura impuesta por el conjunto de Mourinho como local. Algo parecido quiere conseguir ahora el Hércules en los partidos que le restan ante su público. Los blanquiazules cerrarán la Liga en el Rico Pérez frente a rivales de nivel medio/bajo como el Osasuna, Espanyol, Deportivo, Racing, Mallorca y Sporting de Gijón. Mientras que lejos de Alicante, donde el Hércules acumula más de 1.000 minutos sin marcar, se verán las caras frente a Real Sociedad, Levante, Málaga y Atlético de Madrid.

"Miedo lógico"

"Es lógico que haya una sensación generalizada de miedo, pero en el vestuario sabíamos que esto podía pasar y no estamos tan mal. No marcar fuera nos hace mucho daño porque así es imposible puntuar y ahora debemos recuperar las sensaciones que teníamos como locales a principio de temporada", reflexionaba un "peso pesado" del vestuario del Hércules el sábado por la noche, de regreso a Alicante.

En el vestuario del Hércules están convencidos también de que el regreso a la competición de Nelson Valdez y Royston Drenthe será decisivo. "Son jugadores demasiado importantes, vinieron aquí para marcar diferencias y han estado mucho tiempo lesionados", apuntaba el mismo futbolista. Más en concreto, el paraguayo, que disputó media hora en el Bernabéu, sufrió una lesión muscular que le impidió jugar ante el Zaragoza, Sevilla, Getafe, Villarreal y Almería. Otra rotura de fibras dejó fuera de combate en los mismos partidos a Royston Drenthe, quien además ha protagonizado capítulos de indisciplina de diferente índole. El extremo holandés trabajó la semana pasada al margen del grupo y bajo la supervisión de un fisioterapeuta de la selección holandesa y hoy comenzará a entrenar al mismo ritmo que sus compañeros para estar disponible ante Osasuna.

En el aire está todavía el concurso de Trezeguet el próximo domingo. El máximo goleador, con molestias en el tendón rotuliano de su rodilla izquierda, sigue recuperándose en Turín y no tiene previsto su regreso a Alicante hasta mediados de esta semana. Por su parte, el capitán Paco Peña está descartado, ya que la fractura que sufrió en el hueso calcáneo de su pie derecho continúa con su proceso de cicatrización. El Hércules deberá sobreponerse también en estos diez últimos y decisivos partidos de Liga a la grave lesión de Tote, indiscutible titular en la banda derecha y el jugador más creativo de la plantilla. En este sentido, el vestuario blanquiazul quedó gratamente sorprendido del paso al frente dado por el canterano Kiko Femenía en el Bernabéu, donde se sacudió cualquier presión que le pudiera atenazar y cuajó una primera parte notable, incluso estuvo a punto de firmar el 1-1, pero Casillas desbarató su derechazo a quemarropa con una gran intervención.

La anunciada Liga de diez partidos comenzará ante un Osasuna que, al igual que la mayoría de equipos que pelean por la permanencia, apostó por un cambio de entrenador. José Luis Mendilibar reemplazó a José Antonio Camacho y los jugadores rojillos ya miran al futuro sin complejos. Los máximos accionistas del Hércules ratificaron a Esteban Vigo en su cargo tras la dolorosa derrota ante el Almería, aunque a nadie se le escapa que otro desenlace similar frente al Osasuna dejaría al técnico malagueño en una situación muy delicada y con buena parte de la afición blanquiazul en contra, ya que hace dos semanas ya se escucharon los primeros cánticos contra él en el Rico Pérez.