Una broma pesada. Eso debió pensar que estaba padeciendo el primer futbolista japonés Ren Sengoku, de la empresa Ramzes, cuando hizo acto de presencia ayer en la ciudad deportiva de Alicante para iniciar los entrenamientos con el filial, atendiendo al convenio, previo pago, de colaboración firmado en su día con la Fundación Hércules. El jugador nipón, que llegaba para iniciar el ciclo de 15 días de preparación con el Hércules B, se encontró con que la plantilla del filial había decidido iniciar una huelga al no haber cobrado nómina alguna desde el mes de agosto, circunstancia que ha agotado la paciencia de los futbolistas.

Personal de la Fundación intentó sin éxito convencer a los jugadores que aplazaran la medida, pero éstos mantuvieron su actitud. Toda la escena fue presenciada por la delegación japonesa, que acababa de llegar a Alicante, compuesta por Sengoku que debía incorporarse ayer a los entrenamientos, su preparador y un representante de la empresa nipona que firmó el convenio con Laura Ortiz.

Ese acuerdo contempla el pago de mil euros a la Fundación por cada jugador que entrene durante el periodo de 15 días con el filial, al tiempo que la empresa Ramzes abona 3.000 euros por el patrocinio colocando su nombre en las camisetas del Hércules B. Sengoku es el primero de un grupo de futbolistas que tienen que llegar escalonadamente a Alicante para incorporarse a la disciplina diaria del Hércules B.

En principio,si no se soluciona la situación con el primer filial, el jugador nipón se incorporará a los entrenamientos del Hércules juvenil de División de Honor.