La alcaldesa de Alicante, la popular Sonia Castedo, afirmó ayer que la elección de Miguel Campoy como nuevo presidente de la Fundación Hércules es "todo un acierto" ya que está convencida de que "aportará mucho" al club. En declaraciones a los periodistas tras un pleno extraordinario para nombrar a título póstumo hijo predilecto de la ciudad al pintor Emilio Varela, la alcaldesa se refirió a la "larga trayectoria" de Campoy, que compatibilizará el cargo con el de la presidencia de la Autoridad Portuaria de Alicante, y destacó que es "un gran conocedor del Hércules Club de Fútbol". De hecho, Castedo ha sido una de los principales valedores de Campoy como recambio del empresario Enrique Ortiz al frente de los designios del Hércules. Compañeros de partido en la política y vecinos en el Rico Pérez, ambos sintonizan en lo personal y en su orientación campista en el seno del partido.

Implicada desde el principio en la búsqueda de una "nueva cara" para ponerse al frente de la nave blanquiazul, Castedo apostó inicialmente con Ortiz por la figura del ex presidente de la Cámara de Comercio, pero la negativa de Antonio Fernández Valenzuela les obligó a cambiar de apuesta con urgencia, habida cuenta de que el tiempo apremia y es necesario dar un giro en la imagen de la entidad tras los escándalos protagonizados por su máximo accionista saliente, primero en la presunta compraventa de partidos y, más adelante, en relación con la Fundación y el "caso Brugal" de las basuras.

En el club y en los despachos del PP también llegó a barajarse en su día la posibilidad de que el sustituto de Ortiz fuera el ex alcalde y diputado autonómico del PP, Luis Díaz Alperi, pero la opción acabó por descartarse y, finalmente, el elegido ha sido el presidente del Puerto.

Por todo ello, y tras la aceptación de Campoy un día antes, Castedo señaló ayer que la designación de éste como nuevo presidente de la Fundación es "un cambio adecuado" para el club.

La Fundación Hércules está llamada a adquirir una gran relevancia en el futuro inmediato de la entidad blanquiazul, ya que se convertirá en el máximo accionista de la Sociedad Anónima Deportiva (SAD) en el momento en el que se acuda a la ampliación de capital del club con el crédito de 18 millones de euros concedidos por la Caja Mediterráneo (CAM), con el aval del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF).

Tanto en el club como en las instancias políticas e institucionales controladas por el PP son conscientes de que la llegada de Campoy supone la entrada de "aire fresco" y de una nueva imagen para una entidad muy castigada por los últimos escándalos y muy necesitada de ingresos. Con un presupuesto para este curso en Primera de más de 42 millones de euros y el embargo de las cuentas por las deudas con la Seguridad Social y Hacienda, Campoy será el encargado de gestionar las posibles líneas de ayudas oficiales y negociar la paulatina liquidación de la deuda. Por lo pronto, el flamante presidente de la Fundación ya aclaró el miércoles en su puesta de largo en el club que urge la formalización del contrato de patrocinio pactado con la Generalitat Valenciana por un montante global de 20 millones de euros para cuatro años. "Es una de nuestras prioridades", avisó, y es importante firmar cuanto antes".

Al margen del fútbol, Castedo se refirió a la reciente destitución de Óscar Quintana como técnico del Meridiano de baloncesto, a quien deseó suerte en su futuro profesional, al tiempo que confió en que su sustituto, el vasco Txus Vidorreta, traiga buenos resultados al equipo.