"¿Cómo que no viene Miguel Campoy?". El comentario, cargado de incredulidad, surgía a media mañana en el Rico Pérez, minutos antes de que tuviera lugar el patronato de la Fundación Hércules que debía proceder al traspaso de poderes con la elección del nuevo presidente y los nuevos patronos. La imagen en el patio de la entrada principal del estadio Rico Pérez, atiborrado de periodistas, comenzaba a parecerse a un festivo día de boda en el que, de forma inesperada y a última hora, la novia (en este caso, el novio) se arrepiente y decide dar media vuelta cuando todo el mundo espera a las puertas de la iglesia. Nadie, ni del club ni de fuera, acertó ayer a ofrecer un motivo para semejante plantón. Este periódico intentó contactar con Campoy, pero sin éxito. Lo que no faltó, ante tan surrealista situación, fueron comentarios que barrutaban, si no una marcha atrás en su decisión de acceder a la poltrona de la Fundación Hércules, sí, al menos, "parar la pelota" en un partido que transcurría a un ritmo frenético, más acelerado de lo normal y sin la estrategia totalmente definida.

Las conversaciones previas, a tenor de lo que quedó plasmado en la reunión de los hasta ayer patronos -que tuvo lugar al final de la mañana- contemplaban un órgano rector de la Fundación formado por Miguel Campoy como presidente, secundado, en principio, por cuatro patronos. A saber: Valentín Botella, en representación del Hércules; Miguel Carratalá -abogado y cuñado de Enrique Ortiz- en representación de Aligestión; un representante a designar por el Instituto Valenciano de Finanzas (IVAF) siempre y cuando este organismo decida nombrarlo (ayer no había noticias al respecto); y un miembro que representara a la Diputación Provincial (Carlos Mazón).

Las dudas acerca de la autonomía reservada para Campoy tras la composición de la junta de la Fundación, junto con la sombra de Enrique Ortiz planeando en la formación final de esa directiva, alimentaron ayer las teorías para buscar explicación a la inesperada incomparecencia de la autoridad portuaria para asumir su nuevo y anunciado cargo. Algunas fuentes consultadas apuntaron a Campoy como "descolocado" frente al rápido devenir de los acontecimientos; otras señalaban la necesidad de "replantear" la situación y ahondar más en una negociación que aclarara los puntos acerca de una gestión que precisa ver puertas abiertas para cumplir con las necesidades económicas que a corto plazo requiere el proyecto. Por último, se apuntaban dudas de última hora al razonar hasta dónde podía alcanzar la capacidad de maniobra para conducir la misión a su manera si, tanto en las oficinas como la propia Fundación, Ortiz seguía teniendo significativa presencia con personas de su estricta confianza.

Horas después, sobre las siete de la tarde, el Hércules enviaba a los medios un correo electrónico convocando a una rueda de prensa en el estadio a las 12 horas de hoy reflejando, sin más explicación, que "asistirá Miguel Campoy". En principio, fuentes consultadas aseguraron que ya no habrá más imprevistos y que "si había algún obstáculo ya se ha superado". Con ello, atendiendo a esta versión, Campoy tomará hoy posesión del cargo de presidente de la Fundación Hércules.

Ex patronos

La reunión prevista con los hasta ayer patronos tampoco transcurrió sin sobresaltos. Todos ellos acabaron presentando su dimisión, tal y como se les requería, si bien algunos no acabaron de entender porqué se les requirió su aprobación para modificar los estatutos de la Fundación en lugar de esperar a que fueran los nuevos patronos los que llevaran a cabo tal labor.

De esa forma, Luis Berenguer, Vicente Ferrándiz, Nacho Pérez Román, José León Barahona, Sebastián Baró, Segundo Fernández, José Candel, Ignacio Mangada, José Alcaraz, Juan José Huerga, Enrique Carratalá, Enrique Ortiz, Federico Moncunill, Miguel Mérida, Luis Naranjo, Rafael Simón, Félix Recuenco y Paco Maestre dejaron ayer de pertenecer ayer a la Fundación tras renunciar ante notario.

Consejo del Hércules SAD

Finalmente, el Hércules decidió aplazar la reunión del consejo de administración del Hércules Sociedad Anónima Deportiva, que también sufrirá una modificación en su composición.

Si no surgen imprevistos, el próximo día 30 de diciembre se nombrará a los nuevos consejeros de la SAD, que, a partir de 2011 quedará, en principio, compuesta por tres únicos miembros: Valentín Botella, como presidente; Juan José Huerga, como vicepresidente y Luis Berenguer, como consejero.

La necesidad de solucionar la deuda

Una vez concluya el proceso de remodelación del órgano directivo en la Fundación con los nuevos patronos y presidente -para ello, Miguel Campoy deberá firmar ante notario la aceptación del cargo que se le ha propuesto- el Hércules comenzará a caminar con una nueva dirección dado que será la Fundación quien tenga la última palabra para aprobar la gestión al ostentar la mayoría accionarial. La principal misión contempla acabar de concretar los recursos económicos que deben llegar para cubrir el presupuesto de este año y liberar a la entidad del yugo que supone la deuda que se mantiene con Hacienda y Seguridad Social. De hecho, este último capítulo es el que lleva de cabeza a varios consejeros, que mantendrán esa condición hasta el 30 de diciembre, y que han visto embargadas propiedades y nóminas. El club, ante ello, se ve obligado a buscar un acuerdo que allane un convenio para que, por un lado, entre dinero de las televisiones y por otro queden solventados los embargos citados.