Regresaba ayer de Barcelona en su coche y se detuvo a repostar en una gasolinera de Villarreal. En ese instante, unos aficionados del Espanyol, eterno rival del Barça, le reconocen. "¡Qué grande el Hércules, Enrique!". Y no le pillaba de nuevas. La noche anterior, al salir del Camp Nou, Ortiz tuvo que posar, uno a uno, con decenas de aficionados que quisieron inmortalizar el momento de felicidad con el máximo accionista herculano. "Parecía una estrella de cine", explica. Con la campaña futbolística en marcha, el triunfo ante el mejor equipo del planeta le ha servido para alegrar el semblante tras unas semanas de ajetreo no deseado en distintos escenarios. Es lo que tiene el éxito en el fútbol a primer nivel, en Primera División.

¿Lo ha asimilado ya?

Fue impresionante. El partido lo viví de forma intensa, con muchísima emoción. Fue una maravilla ver disfrutar a la afición herculana de esa manera en el Camp Nou, donde, por cierto, nos trataron de lujo. Tenemos mucho que aprender de ellos.

Un momento mágico.

Me sentí grande. No cabía en la silla. Es difícil explicar la satisfacción que supone conseguir vencer a todo un Barcelona, posiblemente el mejor equipo del mundo, en su campo.

Y a su lado, Sandro Rosell ¿qué le decía?

Repetía una y otra vez: 'Con que equipo para no bajar, eh' . Los dirigentes del Barcelona consideran que el Hércules tiene bloque para aspirar a mucho más. De hecho, me llegaron a decir que veían equipo para ocupar una de las diez primeras plazas.

¿Y usted qué piensa?

Yo quiero conseguir los 42 ó 43 puntos que aseguran la permanencia cuanto antes. Y después, lo que venga. Pero en primer lugar, la permanencia. En cualquier caso, estamos en un momento muy bueno para ser ambiciosos. Si encontramos apoyo, podemos hacer algo grande.

Hablando de apoyo, el triunfo en el Camp Nou llega como anillo al dedo para aumentar la cifra de abonados durante esta semana, previa al partido del Valencia en el Rico Pérez.

Nos hace falta un nuevo tirón. Tenemos quince mil abonados y sería sensacional llegar a los 18.000. Ésa es una buena cifra. Esta semana saldremos de dudas, pero espero que haya una buena respuesta. Los seguidores necesitaban una victoria como la del sábado. Estas cosas alegran la vida.

¿No le ha llamado su amigo Florentino Pérez para agradecerle el favor?

Todavía no. Imagino que estaría muy atareado con la asamblea de socios.

¿Cuando comenzó a creerse que el partido del Camp Nou estaba ganado?

En el minuto 94. Sufrí muchísimo. No descansé hasta que el árbitro levantó los brazos indicando el final. Y lo que sucedió cuando salí del campo fue increíble. La gente (aficionados del Hércules) me trató como si fuera una estrella de cine. Todo fueron fotos y cánticos a la puerta del estadio. Vaya momento.

Todo el equipo estuvo a un gran nivel, pero Valdez, que anotó los dos goles, se salió...

El paraguayo es una máquina. Y provoca que el resto de jugadores también se lo crea. Toda la plantilla está muy animada. Quién podía pensar que íbamos a ganar en Barcelona... Es una muestra de que si este equipo quiere, puede conseguir lo que se proponga. Además, Esteban Vigo planteó muy bien el encuentro. Manejó perfectamente los tiempos.

Y el domingo llega el gran derbi ante el Valencia.

¡Qué falta nos hacía vivir encuentros de este tipo! Llegar a Primera División ha sido el triunfo de la constancia. Nos tocaba saborear estas mieles después de doce años de tanto sufrimiento. Si fuéramos capaces también de ganar al Valencia en el Rico Pérez creo que comenzaríamos a soñar.

Se ha embalado en la recta final de la planificación del equipo con fichajes de la talla de Drenthe, Trezeguet...

Con lo que yo me caliento, si encuentro apoyo, hago un equipazo. No entiendo porqué ciudades con menos entidad que Alicante tienen aspiraciones futbolísticas altas mientras que nosotros, en cambio, nos conformamos con poner el listón más abajo. Con todos el respeto hacia Villarreal, yo me pregunto: ¿Alicante es menos que la localidad castellonense? Estamos en el momento clave para apostar y hacer un Hércules grande.