El Hércules lo tiene claro. La operación urbanística de Torres de la Huerta es la que facilita la viabilidad del club y la que garantiza un nuevo Rico Pérez, tal y como prometió la alcaldesa Sonia Castedo durante la fiesta del ascenso. Así se lo trasladó ayer a una delegación socialista formada por los concejales Roque Moreno, Javier Macho y Lalo Díez, el presidente de la entidad, Valentín Botella, el vicepresidente del Hércules, Javier Huerga, y el director general Carlos Parodi.

Durante la reunión, los dirigentes herculanos fueron cristalinos. Sus pretensiones son las de permutar la propiedad del Rico Pérez, que volvería ser de titularidad municipal, por 80.000 m2 de suelo edificable en Torres de la Huerta, una de las zonas de expansión más jugosas de Alicante ubicada en la Condomina. Allí se construiría un complejo deportivo y viviendas con las que se conseguirían importantes beneficios -alrededor de 100 millones de euros, según el cálculo de los socialistas-.

Roque Moreno no contestó a los dirigentes del Hércules. Sabe que está entre la espada y la pared. Si toma el camino de sumarse a la maniobra urbanística, se encontrará con la oposición de una buena porción de votantes socialistas. Malo. Si, por contra, apuesta por rechazar el proyecto, se echará de encima a una masa herculana crecida por el ascenso. Peor. Y, además, está condicionado por el compromiso de colaboración que Jorge Alarte trasladó a la alcaldesa. Aunque el portavoz socialista no tiene todavía tomada una decisión definitiva, la intención de los socialistas es plantear que los aprovechamientos urbanísticos se limiten a los terrenos anexos al estadio Rico Pérez.