Abel Aguilar regresa a los planes del Hércules. El club alicantino ha dado el visto bueno para iniciar contactos con los representantes del colombiano, que la pasada campaña militó en el Zaragoza. Precisamente, el club maño dejó claro que no cuenta con los servicios del jugador y, por consiguiente, no hará efectiva ni la cláusula que le dejaría como cedido un año más en La Romerada -previo pago de un millón de euros- o en propiedad -con un desembolso de 2,5 millones- .

Ante ello, Abel Aguilar regresará a la disciplina del Udinese, club italiano que tiene los derechos del futbolista. Esta última entidad, a través de su propietario, Gino Pozzo, ya estuvo negociando con el Hércules durante el mes de julio del pasado año un traspaso que finalmente no cuajó dado que Enrique Ortiz, máximo accionista herculano, no aceptó las condiciones económicas exigidas por el empresario italiano. En aquel momento, Aguilar era pieza codiciada por el Racing de Santander, que ya había fichado a Mandiá -técnico que tuvo al colombiano en el Hércules- y por el propio Zaragoza. Pozzo reclamaba entonces tres millones de euros por desprenderse de los derechos del centrocampista, mientras que el Hércules había puesto su tope en dos millones. Esa diferencia económica, unida a la condición de "primerdivisionista" que presentaban los otros dos rivales en la puja, acabó apartando al Hércules de la lucha por hacerse con los servicios del sudamericano, que finalmente optó por aceptar la oferta del Zaragoza.

Encantado

Ahora las condiciones han cambiado considerablemente. Por un lado, el jugador, de 25 años, siempre mostró su disposición a regresar a Alicante, donde cuajó una gran temporada y se sintió a gusto. Por otro, el hecho de tener al Hércules en Primera División allana el camino hacia las exigencias económicas que puede solicitar Pozzo para facilitar el regreso de Aguilar al Rico Pérez.

Una vez descartado el Zaragoza, que tiene posibilidad de hacer valer la cláusula de retención hasta el 30 de junio, pero ya ha avanzado que no la ejecutará, Abel Aguilar vuelve a las filas del Udinese o, más concretamente a la lista de futbolistas que maneja Pozzo, un empresario bien instalado en el mundo del fútbol, especializado en mover jugadores por distintos tableros como piezas de ajedrez. De hecho, este dirigente italiano, con despacho en Barcelona, tomó el pasado año las riendas del Granada, club al que ha devuelto hace tan solo unos días al fútbol profesional con un ascenso a Segunda División, lugar que los granadinos abonaron hace 22 años. En la entidad andaluza, Pozzo ha caminado junto a Quique Pina, ex presidente del Ciudad de Murcia, y junto a Juan Carlos Cordero, secretario técnico que llegó a entrar recientemente en los planes de Enrique Ortiz para ocupar la dirección deportiva del Hércules como sustituto de Paquito, al que tiene intención de relegar a la Fundación.

La negociación para conseguir los servicios de Abel Aguilar, por lo tanto, será nueva y partirá desde cero. En principio, el Hércules se plantea concretar una cesión a imagen y semejanza de la operación diseñada el pasado verano entre Pozzo y el Real Zaragoza. En esa conversación podría plantearse, asimismo, concretar una opción de compra a ejecutar una vez finalizada la temporada 2010-2011.

La posible llegada de Abel Aguilar al Hércules viene avalada por Esteban Vigo, primer técnico que pudo disfrutar de la calidad del bogotano en el fútbol español dado que tras su paso por el Udinese recaló en el Xerez en la temporada 2007-08.

Tras ese año, Aguilar llegó al Hércules por consejo expreso de Antonio Puche, colaborador de Mandiá y ex secretario técnico del Xerez. En el club alicantino ganó el premio al mejor mediocentro de la Segunda División de España en la temporada 2008-2009.