Enrique Ortiz ha decidido pasar a la acción. Alarmado por el desplome total del equipo en las últimas semanas, el dueño del Hércules tomó ayer las riendas de una nave que camina a la deriva. Se personó a primera hora de la mañana en el entrenamiento de la plantilla y se entrevistó, por separado, con los futbolistas más importantes del vestuario. Cerca de dos horas de reuniones para transmitir confianza y, sobre todo, para exigir una reacción inmediata que evite el mayúsculo fracaso que se atisba en el horizonte.

Ortiz apareció en el campo de Fontcalent a las diez de la mañana. Minutos antes, al filo de las nueve y media, la plantilla había salido del vestuario para ejercitarse. Rostros serios y de preocupación se reflejaban en los jugadores tras el tremendo revés que supuso la derrota del viernes contra el Huesca, la quinta en sólo seis semanas y que desembocó en una intensa bronca por parte de la afición.

Nada más pisar el césped, Esteban Vigo formó un corrillo y conversó con los futbolistas. El preparador pronunció algunas frases para infundir ánimo y subrayar que no hay nada perdido todavía. Algunos futbolistas, como Tote o Rufete, tomaron la palabra.

Tras quince minutos de charla, los futbolistas titulares contra el Huesca realizaron ejercicios de carrera continua y el resto realizó un entrenamiento más específico. Delibasic y Dani Bautista, con molestias físicas, enfilaron pronto el camino hacia el vestuario. Instantes después apareció Enrique Ortiz con cara de circunstancias. "He pasado mala noche", reconocería después el empresario ante los medios de comunicación.

En solitario

A diferencia de ocasiones anteriores, Ortiz se personó en Fontcalent en solitario, sin la compañía o el respaldo de otros directivos, a los que no avisó. Nada más pisar el césped, se dirigió rápidamente a conversar con Esteban Vigo, con quien mantuvo una breve charla. Después, decidió pasar a la acción...

Ortiz se dirigió a Ángel Linares, delegado del club, y enumeró los nombres de los jugadores con los que deseaba hablar en privado: Tote, Delibasic, Sendoa, Sergio Rodríguez, Kiko Femenía, Abraham Paz, Calatayud, Rodri, Cristian, Farinós y Rufete. Es decir, el empresario citó a todos los pesos pesados del vestuario, se encerró en el barracón destinado a las charlas tácticas y los futbolistas, en grupos de dos y de tres, fueron desfilando por delante del máximo accionista. Se habló de todo menos de táctica y, entre Tote y Delibasic, los primeros en entrar, hasta Rufete, transcurrieron casi dos horas en las que Ortiz, quien sólo esta temporada ha desembolsado más de trece millones de euros para el presupuesto del primer equipo, exigió a los futbolistas que se liberen de la presión y, sobre todo, den una respuesta inmediata a la alarmante situación a la que se ha visto abocado el Hércules.

Fuera del barracón, mientras Ortiz reclamaba una reacción a la futbolistas, Esteban Vigo abandonaba las instalaciones de Fontcalent acompañado por uno de sus agentes, Raúl Valencia, quien acudió junto a José González -el otro agente del técnico- al entrenamiento.

El secretario técnico, Francisco Escudero "Paquito", apareció una hora y media más tarde que el máximo accionista, con quien también conversó cuando concluyeron las reuniones con los futbolistas. Dado que Paquito no estuvo en el Rico Pérez en el partido ante el Huesca, a pesar de que cayó en viernes, hubo quien apuntó entre susurros: "Y hoy ha venido aquí porque alguien le habrá advertido de que estaba Ortiz, porque si no, ni aparece".

Antes de abandonar Fontcalent, al filo de la una del mediodía, Ortiz se mostró confiado en que "las reuniones con los jugadores hayan sido fructíferas". "Debemos concentrarnos porque nos quedan diez finales por delante. No podemos tirar la toalla, hay que trabajar más que nunca, mantener la ilusión y transmitir confianza", expuso el máximo accionista, quien dijo conservar "la máxima ilusión hasta el último día y los futbolistas deben dar lo máximo hasta el final".

El empresario dijo que percibe una "unión absoluta" entre toda la plantilla. "El problema es que los resultados no están acompañando. Era necesario transmitir a los jugadores la ilusión que mantengo. Me voy más tranquilo después de hablar con los jugadores y ver que todos tienen la mismas ganas e ilusión que yo. Las crisis se soluciona trabajando más y dando más en el campo".

"Ser profesionales"

Acto seguido, cuando fue preguntado por las declaraciones del viernes de Esteban Vigo, en las que el técnico aseguraba que llegó al Hércules para un proyecto de tres años y no se le exigía ascender en el primero, Enrique Ortiz respondió: "Él (Esteban) trabaja con una presión y lo que es incomprensible es que el equipo juegue tan presionado en la situación en la que está. Tenemos que ser profesionales y quitarnos la ansiedad de encima".

Finalmente, el empresario aseguró que las fuertes protestas que la afición dedicó al equipo durante y después del partido no le parecieron mal. "La afición es libre de protestar y creo que la nuestra es magnífica. Yo sólo les pediría tranquilidad y que apoyen al equipo", concluyó.