Las aspiraciones políticas en las próximas elecciones locales de una provocativa actriz y cantante, voluptuosa imagen de una marca local de preservativos, han desatado una fuerte controversia en Indonesia.

Conocida por su generoso pecho y movimientos de cadera y sin trayectoria política previa, Julia Perez -apellido de su primer marido, de origen francés- encabeza una coalición de partidos que aspira a la regencia de Pacitan en la isla de Java, donde ha indignado profundamente a los sectores más ortodoxos.

"No tiene experiencia en política ni en funciones de gobierno. Si se tratase de bailar o cantar, ahí sí que tiene un buen historial", explica con cinismo Muhammad Nurul Huda, jefe del grupo islámico Nahdlatul Ulama en la zona.

Por su parte, el vicepresidente de la organización Muhammadiyah en Pacitan, Munib Siradj, afirma que un líder político debe ser "un buen ejemplo para los ciudadanos que gobierna" y caracterizarse por su "moralidad, integridad, buenos actos y buen sentido". "Desde nuestro punto de vista, Julia Perez no cuenta con ninguno de ellos", sentencia.

Sin embargo, las corrosivas críticas no han logrado hacer mella en esta controvertida celebridad, de 29 años y que saltó a la fama tras ocupar la portada de las revistas "Maxim" y "FHM".

La cantante del álbum "Kamasutra" alardea sin complejos de su falta de credenciales políticas y de no haber pisado nunca Pacitan, una pobre región pesquera de Java y tierra natal del presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono.

"Estoy aprendiendo política de la televisión y los periódicos", afirmó recientemente Perez, quien admite: "Nunca he estado en Pacitan, pero conozco al menos el 50 por ciento (del lugar) a través de Internet y de mis amigos".

La polémica tampoco ha amilanado a Hanura, el partido populista que sustenta a la famosa. "Si el pueblo la elige, es su decisión", señaló el líder de esta formación, Wiranto, general retirado implicado por Naciones Unidas en la matanza de civiles tras el referéndum de independencia de Timor Oriental en 1999.

Perez es respaldada sin fisuras por Hanura pero no por el Partido del Mandato Nacional, que decidió darle la espalda después de una grave fractura interna entre sus sectores moderado y conservador.

Promete dejar de salir por la noche

En señal de buena voluntad, la cantante ha prometido que, de resultar elegida, dejará de frecuentar "con tanta asiduidad" los locales nocturnos, empezará a vestirse de forma menos provocativa y procurará reírse "de manera comedida", a pesar de que cuando anunció esto rompió en una sonora carcajada.

Según los analistas, la falta de cultura política en Indonesia ha llevado a varios partidos a introducir decenas de rostros famosos como cómicos, actrices y cantantes en sus listas para atraer a los votantes menos interesados en estrategias y programas, al igual que sucede en la vecina Filipinas.

"Meter a estas celebridades en política es tan absurdo como hacer bailar a los políticos", opinó recientemente el articulista Armando Siahaan en el diario "Jakarta Globe".

Con más de 200 millones de fieles, Indonesia es la nación de mayor población musulmana del mundo, y finales de año celebra sus elecciones locales.