La llegada de la Navidad va ligada a un incremento de gastos en las economías familiares. Entre regalos, fiestas, comidas y cenas extraordinarias, viajes, ocio... Son varios los desembolsos que hay que hacer en apenas 15 días. En ocasiones, para hacerles frente, puede hacerse necesaria una financiación extra. Llevada a cabo de forma racional es un instrumento muy útil.

1. Planificar los gastos: Saber en qué se va a desembolsar dinero, qué regalos se van a tener que hacer, en cuántos encuentros (comidas, cenas...) se va a participar, si hay un viaje programado, de cuántos días... Conocer todo lo que está por llegar permitirá hacernos una idea de los gastos que se van a asumir. Ahora están muy de moda métodos de presupuesto como el Kakebo.

2. Poner un presupuesto: Establecer un máximo de dinero a gastar. Para que sea lo más preciso posible, se pueden recopilar, y utilizar a modo de orientación, los gastos del año anterior.

3. Comparar: Estudiar las diferentes posibilidades que ofrece el mercado de financiación para ver cuál se ajusta más al perfil y necesidades del solicitante. Es una de las acciones que se ha de llevar a cabo siempre antes de solicitar cualquier producto bancario. Y también durante estos días. Para ello es recomendable usar un comparador de préstamos como el de Bankimia, en el que se recopilan todos los préstamos que existen y se comercializan en España.

4. Fijarse en las cuotas finales: ¿Qué importe se deberá pagar cada mes? ¿Qué porcentaje de los ingresos familiares implica? Son dos de las preguntas que se debe responder antes de financiación. Para ello, es necesario saber el interés al que se debe hacer frente más otros gastos que pueda acarrear el préstamo como comisiones (de estudio, apertura...). Así, una calculadora o un simulador de préstamos es la herramienta adecuada.

5. Usar la tarjeta: Durante estas fechas es habitual "tirar del crédito de la tarjeta", y se trata de una de las opciones de financiación más flexibles ya que facilitan diferentes modalidades de pago. La más habitual, una sola cuota a final de mes, no conlleva ningún tipo de interés añadido. Sí lo tiene aquellas que aplazan en varias mensualidades la deuda, y puede moverse entre el 2,00% TAE y el 27,00% TAE. Además, existen diferentes modalidades que ofrecen facilidades a los usuarios. Entre otros, descuentos en las compras hechas con ellas en algunos comercios y otras que retornan un porcentaje (en ocasiones hasta el 5%) de las adquisiciones hechas en todos los comercios.

6. Pagar a plazo: Debe intentarse ser puntual en el pago de la cuota de un préstamo ya que demorarse conlleva varios gastos. Entre ellos la comisión por reclamación, los intereses por demora... Que elevan el precio del préstamo.

7. No estirar más el brazo que la manga: Al recurrir a un préstamo, se debe intentar que éste sea lo más ajustado a las necesidades y que el plazo de amortización sea lo más breve posible, recuerdan desde preahorro.com.