A pesar de disminuir en un 13,02% el precio total pagado por la energía, el recibo de la luz continúa provocando numerosos dolores de cabeza a un gran sector de la sociedad. El Bono Social, el descuento que ofrece el Gobierno en luz y gas, se ha convertido en una opción para aliviar la factura de la luz.

Se trata de un descuento de hasta el 25% sobre el Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor que requiere de una serie de requisitos.

Para poder acceder al Bono Social, es necesario cumplir alguno de las siguientes condiciones:

-Es necesario que el titular esté acogido al Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) - conocido también como TUR (Tarifa de Último Recurso) - y que el suministro esté destinado para la vivienda habitual.

-En el hogar resida una familia numerosa.

-Todos los miembros de la familia están en paro.

-Si el titular está jubilado, tiene más de 60 años y es perceptor de la pensión mínima.

-Si la potencia contratada es inferior a 3 Kw/h, el Bono Social se aplica de forma automática.

Para poder acreditar que se cumplen los requisitos, es necesario presentar ante las compañías suministradoras la documentación que sea necesaria, como el carné de familia numerosa, los documentos que justifiquen que se está en paro y los que correspondan en calidad de pensionista.

Una vez se está acogido al Bono Social, éste se renovará de manera automática mes a mes. No obstante, si hay algún cambio que afecta a los requisitos, hay que comunicarlo de inmediato, ya que el incumplimiento conduce a la retirada de los beneficios y puede suponer la apertura de un proceso sancionador.