Estás al volante y algo se enciende advirtiéndote de que pronto deberás parar a repostar. Pero de sobra es conocido por todos que no nos cuesta igual hacerlo un día que otro ya que los precios de los combustibles sufren variaciones constantes. Los últimos datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea situaban el precio del litro de gasolina súper 95 en 1,140 euros y el de gasoil en 1,005 euros. Sin embargo, puede que sean muchos los que se preguntan por qué no cae el precio de los carburantes en la misma medida que se están sucediendo las caídas en el precio del barril.

La situación hoy por hoy se caracteriza por una bajada del precio del barril constante, el 21 de diciembre se registró el barril a 36,120 dólares al cierre de su cotización, es decir, 1,5 dólares menos que una semana atrás y 4,57 dólares menos que dos semanas atrás. Esto puede explicarse por la situación económica mundial, así como por producirse un exceso de oferta y un debilitamiento de la demanda, lo que provoca desequilibrios en el mercado.

¿Por qué no cae el precio del litro de combustible en la misma medida que el del barril?

Es importante tener claro que el precio final que el consumidor paga no está directamente relacionado con el del petróleo. Es decir, el precio se compone de distintos factores, no solo por el del precio del barril, que de hecho no representa ni una tercera parte del precio final que se presenta a los consumidores.

En primer lugar hay que saber que para la determinación del precio se toman como referencia los precios Platts, es decir, "opciones y futuros sobre los derivados del petróleo" apunta Antonio Gallardo, experto en el portal iAhorro.com. Estos precios no toman como referencia el último precio a cierre del mercado ni tampoco un precio medio, sino que toman el precio más alto de cada día, lo que supone ya un condicionante en el precio, que será más elevado.

Por otro lado, entran en juego los costes relativos a la extracción, refinamiento, distribución, trasporte, salarios? que se podría decir que suponen el 15% del precio final, lo que implica que cualquier variación en el coste del crudo cambia poco este porcentaje y por lo tanto muy poco en el precio final del combustible.

Los impuestos son parte esencial a la hora de formar los precios, de hecho representan gran parte del precio que pagamos por el combustible que repostamos, en torno al 60% -según los datos de noviembre de la AOP (Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos), en la gasolina 95 representaron el 57% y en el gasóleo A el 52%-. En España el impuesto especial sobre hidrocarburos y el IVA son lo que agravan el precio del combustible, pudiendo ser más impuestos ya que hay Comunidades Autónomas que añaden otro gravamen adicional tal y como permite la Ley 28/1992 de Impuestos Especiales en su artículo 7 y 50.

Además, entra en juego el margen que las estaciones de servicio se llevan, siendo España uno de los países europeos que más ganan por litro de combustible según la CNMC a través de su Informe mensual de supervisión de la distribución de carburantes en estaciones de servicio correspondiente a octubre. De hecho la CNMC ha sido especialmente dura con esto castigando la elevación de márgenes a distintas empresas el verano pasado con

Finalmente, también hay que echar la vista a la primera subida en 9 años de los tipos de interés en EE.UU que ha llevado a cabo la FED, ya que la materia prima cotiza en dólares y en España se vende en euros, lo que tiene un impacto directo sobre el precio final ya que las variaciones en el tipo de cambio también inciden.

Por tanto, tal y como apunta la AOP, una variación importante en el precio del crudo, como podría ser la de una caída del 50% en su precio, tan solo representarían una variación en el precio final del surtidor del 15%. Esta es una pequeña explicación por la que se podría entender cómo los cambios en el precio del barril influyen de manera limitada en el precio que los consumidores nos encontramos en las estaciones de servicio.

Por desgracia para el bolsillo de los consumidores, en lo que al precio de los combustibles se refiere, es frecuente que se produzca el fenómeno llamado "los cohetes y las plumas" (feathers and rockets), que consiste en que los precios de los carburantes varían rápidamente -como un cohete- cuando se producen subidas en las cotizaciones internacionales, pero muy lentamente -pluma- cuando lo que se produce son bajadas.

El Ministerio de Industria, Energía y Turismo tiene a disposición de cualquier ciudadano lo que han llamado Geoportal de Hidrocarburos que permite saber los precios de los carburantes en cualquier punto de España, lo que permite encontrar la estación de servicio más cercana y con los mejores precios. Para ello, hay que realizar una búsqueda en la que introducir la provincia, localidad y el tipo de carburante que se desea.

Los criterios de búsqueda son varios, destacando el de las estaciones más económicas, aunque posibilita una búsqueda avanzada en la que introducir calle, número y código postal para unos resultados exactos. Además, a través de su Twitter, van anunciando en qué estaciones -con dirección exacta- tienen los carburantes más baratos. También es posible localizar esto mismo a través de portales web como iAhorro.com ya que cuenta con una sección que proporciona estos datos. ¿Quieres saber dónde está la gasolinera más barata de tu zona?