El certificado de eficiencia energética es un requisito indispensable para la venta o alquiler de viviendas y locales desde el año 2013. El documento tiene una validez máxima de diez años y muestra con una calificación que va desde la letra A hasta la G el rendimiento energético de un inmueble, calculado a partir de su consumo anual.

Gracias al certificado energético, el comprador o inquilino puede conocer el gasto energético del inmueble y añadir otro factor a valorar en la operación. Incumplir la normativa establecida en el Real Decreto 235/2013 acarrea sanciones que van desde los 300 hasta los 6.000 euros.

¿Qué analiza el certificado energético?

Calefacción, refrigeración, agua caliente e iluminación son los sistemas que analiza este certificado. El grado de eficiencia de dichos sistemas se determina calculando los kilogramos de CO2 generados por metro cuadrado de la vivienda o local en un año. La calificación A se corresponde con unas emisiones de CO2 por debajo de los 6,8 kg CO2/m(2) al año, la G puede superar los 70,9 kg CO2/m(2). El documento también incluye recomendaciones para optimizar el consumo energético y aumentar el ahorro.

Según un estudio británico realizado en 2013, el valor de un inmueble con calificación energética A o B puede superar en más de un 14% a uno con calificación G. Además, se estima que una vivienda del tipo A podría llegar a ahorrar hasta un 70% en el gasto energético anual en comparación con otra vivienda del tipo G del mismo tamaño.

¿Qué inmuebles necesitan el certificado energético?

La normativa obliga a presentar el certificado para cualquier inmueble que se quiera vender o alquilar por más de cuatro meses con algunas excepciones poco comunes. Edificios aislados de menos de 50 metros cuadrados útiles, edificios y monumentos protegidos oficialmente, lugares de culto y para actividades religiosas, construcciones provisionales para un uso igual o inferior a dos años y las partes no residenciales de edificios industriales y agrícolas, quedan excluidos de la obligación.

Tampoco será necesario el certificado si el inmueble va a sufrir una reforma importante, si su uso es inferior a cuatro meses al año o si el consumo previsto de energía es inferior al 25% del gasto anual estimado.

¿Cuándo se debe presentar el certificado energético y cómo conseguirlo?

La ley indica que el certificado debe ser presentado antes de que se produzca la venta o el arrendamiento del inmueble, por lo que compradores e inquilinos deben tener conocimiento de las características energéticas de la vivienda o local antes de firmar el contrato.

Para conseguir el certificado, el propietario debe acudir a un técnico titulado (ingeniero o arquitecto) y registrarlo en el órgano competente de su comunidad autónoma. Los precios varían dependiendo del tipo de inmueble y la zona, y hay total libertad a la hora de elegir el servicio técnico que realice la calificación energética.

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