Hacerse autónomo se ha convertido en los últimos tiempos en una salida laboral para quienes desean acceder al mercado de trabajo español. En un país con 5,4 millones de parados, muchos han visto en el autoempleo su oportunidad. Pero ¿cuánto cuesta ser autónomo en España?

Si estás pensando en hacerse autónomo, el primer concepto que debes conocer es base de cotización. Esta base será el precio con el que la Seguridad Social calculará cuánto tendrás que pagar al mes de cuota y tu futura pensión de jubilación.

Cuando te des de alta tendrás que indicar qué base de cotización tendrás: la base mínima es 884,4 euros mensuales y la máxima 3.606 euros al mes.

En función de la base que elijas, tu cuota mensual dependerá de qué prestación y atención futura quieras asegurarte. Si tu base de cotización es la mínima, tu cuota mensual será de 264 euros; si has elegido la base máxima tu cuota será 1.075 euros.

Estas cantidades cubren únicamente la prestación por incapacidad temporal en el caso de enfermedad común, por ejemplo una gripe,a partir del cuarto día. Si además quieres estar cubierto frente a accidentes laborales y enfermedades profesionales y por el posible cese de su actividad (lo que viene a ser quedarse en el paro), esta cuota sube algo más.

Sin embargo esta protección por desempleo no está siendo muy popular entre el colectivo, ya que para poder tener derecho a ella tienes que haber cotizado hasta 12 meses y solo te da derecho a 2 meses de prestación.

Además los autónomos se están encontrando con muchas pegas a la hora de acceder a esta protección por los excesivos y estrictos documentos que tienes que presentar para justificar el fracaso de tu proyecto. No obstante recientemente el Gobierno ha introducido mejoras legales para facilitar el acceso a esta prestación.

Tarifa plana de 50 euros

En los últimos años se han tomado algunas medidas para que hacerse autónomo salga más barato. Así, existe lo que se conoce como 'tarifa plana' a la Seguridad Social, válida únicamente para los nuevos autónomos.

Esta medida consiste en una reducción de la cuota a la Seguridad Social. Para los mayores de 30 años, esta rebaja dura 18 meses, mientras que para los menores de 30 años se extiende hasta los 30 meses. En ambos casos, durante los primeros seis meses se paga a la Seguridad Social una cuota fija próxima a los 50 euros.

Impuestos y trámites

Además de cotizaciones sociales, los autónomos pagan impuestos, como cualquier hijo de vecino, y lo hacen a través del IRPF y del IVA.

Precisamente, una delegación de Hacienda es el primer lugar que debe visitar un individuo que quiera darse de alta como trabajador autónomo. Allí deberá realizar una declaración censal en la que se incluyan sus datos personales, la actividad y la ubicación de su negocio y los impuestos que tendrá que pagar.

Uno de ellos es el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), un tributo que grava las actividades empresariales o artísticas que se ejerzan. El alta es obligatoria pero lo normal es estar exento de este impuesto al inicio de tu actividad porque solo deben abonarlo aquellos negocios que facturen más de un millón de euros al año.

¿Qué ocurre en otros países?

La revista Forbes analizaba recientemente el coste de ser autónomo en algunos países europeos y Estados Unidos, y España no salía bien parada en la comparación.

En Portugal, los autónomos no pagan cuotas ni IVA, aunque a cambio abonan al Estado el 24,5% de lo que ingresan anualmente.

En Italia, los trabajadores autónomos solo pagan en función de las ganancias (un 20%).

En Francia, las cuotas de los autónomos dependen de la profesión elegida y de los ingresos que obtengan, pero el primer año no tienen que pagar nada.

En Holanda, los autónomos pagan una cuota de 50 euros anuales y un seguro que les cuesta 100 euros mensuales.

En Reino Unido tienen establecida una cuota fija de entre 13 y 58 euros y no tiene declaraciones trimestrales de IVA, sino que paga al final del ejercicio fiscal en función de las ganancias conseguidas.

En Estados Unidos tampoco hay cuotas para los autónomos, aunque están obligados a hacerse un seguro médico, y los impuestos se pagan en relación a lo que se produce.

En Alemania se paga una cuota de 140 euros siempre que se superen los 1.700 euros de ingresos netos mensuales y hay obligación de suscribir un seguro médico.