Son muchos los españoles que muestran su preocupación en cuanto a los ingresos que recibirán una vez llegue el momento de su jubilación. La población del país envejece cada vez más y algunas previsiones son pesimistas en cuanto al poder a medio-corto plazo de la Seguridad Social para afrontar el pago de las jubilaciones.

Según una encuesta realizada por ESADE y presentada recientemente por la Fundación Edad & Vida y VidaCaixa, un pequeño 23% de la población afirma que el cobro de su pensión le será suficiente para mantener su nivel de vida una vez deje de percibir ingresos por su trabajo. Hasta un 47% de los encuestados admite creer que ésta no le será suficiente para llegar a fin de mes. Una de cada cinco personas menores de 55 años ve peligrar el cobro de su pensión.

Ante esta situación, una de las soluciones es la de utilizar una herramienta de ahorro privado que permita obtener un dinero extra con el que complementar la pensión. Aunque existe una gran cantidad de ellas, los planes de pensiones son los elegidos en más de la mitad de los casos. ¿Qué hay que tener en cuenta antes de decantarse por esta opción?

Poca rentabilidad y liquidez

Los planes, al estar integrados en fondos de pensiones, pueden tener diferentes niveles de riesgo adaptándose a los perfiles, desde los más conservadores a los más agresivos. El punto fundamental para hacer una previsión de la rentabilidad que se prevé son las comisiones. Debemos conocer todas las comisiones que conlleve el plan que vayamos a contratar antes de firmar.

Otro punto importante es asegurarnos -en la medida de lo posible, ya que no siempre puede prevenirse un contratiempo- que el dinero no será necesario antes de la fecha de rescate. Esto se debe a que la inversión podrá recuperarse antes de tiempo solamente en situaciones muy específicas, como el fallecimiento del titular, una enfermedad grave o un período de paro prolongado.

A partir de enero del próximo año, los planes contratados podrán rescatarse una vez hayan pasado diez años. Con esta medida se pretende abrir una nueva ventana de liquidez a aquellas familias que estén pasando por un mal momento económico. Aun así, continúan siendo el vehículo de ahorro menos líquido.

Jóvenes y ahorradores

Por otro lado, pueden ser muy útiles para aquellas personas que decidan comenzar su plan de jubilación con el tiempo suficiente, de manera que puedan obtener una mayor rentabilidad una vez dejen de trabajar. Es habitual que las entidades reserven las mejores garantías y características de los planes de pensiones se reserven para las personas más jóvenes, que además pagarán menos por una mayor retribución.

También pueden ser interesantes para los ahorradores más conservadores que valoren la seguridad de su dinero por encima de la posible rentabilidad. Aunque es cierto que los planes no garantizan de ninguna manera el capital invertido, existiendo la posibilidad de perder el dinero, escogiendo un fondo de pensiones conservador, estos supuestos se minimizan.

Los planes de pensiones pueden ser el extra necesario a la hora de preparar económicamente la jubilación. También se pueden tener en cuenta otras alternativas, para diversificar y ganar en seguridad.