Se inspira en una historia real en la que un grupo de teatro del Reino Unido sirvió de inspiración a los guionistas y productores Nick Moorcroft y Meg Leonard y les dio pie para crear una historia ficticia sobre una clase de baile de barrio para personas mayores. Sucede cuando «Lady» Sandra Abbott descubre que su marido, con el que está casada hace 40 años, tiene una aventura con su mejor amiga y busca refugio en Bif, su hermana mayor. Las dos son diametralmente diferentes. Sandra es un pez fuera del agua en comparación a su descarada hermana que encadena citas sin el más mínimo complejo.

Sandra necesita probar algo nuevo y, de mala gana, deja que Bif la arrastre a su clase de baile donde poco a poco empieza a encontrar el ritmo... y el amor. En esta comedia, un animado grupo de baby boomers muy activos y atrevidos hacen ver a Sandra que la jubilación solo es el comienzo, y que el divorcio podría darle una nueva oportunidad tanto en la vida como en el amor.

Dirigida por Richard Loncraine, autor entre otros títulos de El misionero, Ricardo III, Firewall, Más vale sola que mal acompañada y Ático sin ascensor, la historia le agradó tanto que no dudó en aceptar el proyecto. «Las películas se basan en el guión y en el reparto», dijo. «Son como las pirámides. La base es lo que las mantiene estables. Los actores aceptaron porque les gustaba el guion y a mí porque me encantaba el guion».

Aunque el baile juega un papel fundamental en la historia, señaló el director, si la película tiene éxito es porque es una historia sobre personas reales y creíbles. «Hay algunas partes tristes y otras muy felices en esta historia. Pero en realidad es una película sobre personas y ese es el mejor tipo de película. Te llegan a importar estas tres personas y te enamoras de ellas. Creo que hemos hecho una película con sentimientos reales».

Las tres personas son Sandra ( Imelda Staunton), Charlie ( Timothy Spall) y Bif ( Celia Imrie) y es la primera la auténtica protagonista de la historia.

Por su parte, la productora, Charlotte Walls afirmó que la historia ofrece un extraordinario mensaje para todos: «Su tema principal -afirmó- son las personas de cierta edad, pero su alcance va mucho más allá. Se trata de dar una segunda oportunidad a la vida y creo que todos los públicos pueden identificarse con este mensaje».