Siempre recordaré el inmenso placer que ha sido en mi vida conocer a los más grandes, como Eusebio Poncela. Recuerdo una comida antológica con su sentido del humor propio de quien ya está de vuelta de todo, todo, todo, o bien que todo y mucha más le da igual. Cuando lo conocí solo puedo decir que me quede boquiabierta, literalmente paralizada ante la belleza de tanto talento, el porte de lord que se gasta y la lengua inteligente y sarcástica de un tipo espectacular como pocos. De él aprendí en esos tiempos a valorar la dignidad del artista, y sobre todo la del ácrata con derecho a decidir y saber lo que quiere porque se lo ha buscado en la vida. El cine y el teatro dan esta grandísima percepción de un mundo que, sin darte cuenta, se convierte en el bocado que masticó el león cuando todo el mundo dijo: miedo? Miedo a él, nunca. Pues eso mismo sienten en esta provincia los mejores, los que no siempre salen entre premio y premio, pero se los llevan de carrerilla todas las veces con dignidad y valor. En un finde que antecede la presentación pública del Festival de Cine en rueda de prensa el próximo miércoles, quiero rendir homenaje a nuestros «héroes» del cine. Esos amigos como David Valero, Adán Aliaga, Maxi Velloso, José A. Pedrosa, Miguel Herrero, Paco Soto, Miguel Molina de Jaibo Films, Vicente Seva, Juan Luis Iborra, Paco Sáez, Luis Ivars o Alfredo Navarro. Y un sinfín de actores de lista interminable como Miguel Ortiz, Belén Rueda, Fele Martínez, Ana Millán o Vanesa Romero -alguno se me olvidará- que no se enfaden por favor-. Desde el Freaks, un bar absolutamente recomendable, que dirige Maxi o desde su presidencia de Alicante Audiovisual, se pergeñan todos los finde una y otra conferencia, copas en inglés para que la tropa aprenda hablando, financiación de cine y desde luego su gran contribución al Festival de cine Volna ruso en España. Me cuenta Alejandro Ruiz, estilista que participa desde su firma Evonhé en producciones como la ultima que será noticia, 75 días, basada en el caso Alcasser, con Antonia Sanjuán, Macarena Gómez, Yohana Cobo o Ana Fernández, que desde Alicante se puede hacer el mundo. Él me recomienda disfrutar cada minuto en uno de sus sitios favoritos, el Postiguet, tan sumamente popular, pero por estas fechas más increíble si cabe, o bien en el balcón mirador del parque de La Ereta, entre gaviotas, con el mar por bandera a tus ojos y una preciosa vista de toda la ciudad. Después bajar por Santa Cruz y parar en el Rincón de Antonio, donde Susi te hace unos rollitos de amor que te devuelven el alma como en Agua para Chocolate. David Valero recién vuelto de Grecia de una gran road movie Desde Alicante a Karditsa sueña en Los Arenales y se come el mundo en la barra del Restaurante Davis ( un clásico) y, desde luego, le fascina tomarse una copita en Elsol Afterworkdrinks de San Vicente o en las terrazas de la Plaza de España al atardecer. Adán Aliaga está terminando ahora Fishbone, entre Tabarca y NY, sueña con regresar a la cueva del Lobo Marino de la isla alicantina y perderse por sus cavernas, para terminar con un caldero en el Gloria o un paseo al atardecer entre las gaviotas. un vermut en Dénia, encima de la playa de Les Rotes. Miguel Molina se pierde por las montañas de la Marina o por los rincones de todos los parques naturales y pequeños pueblos como Lortxa, valle de cerezas y patos, sueños y verde que ahora huele a vida entre cascadas de un rio perdido y un raíl abandonado del antiguo tren, casi como en Oneguin, pero en nuestro estilo. Miguel Herrero me consta que suspira por las olletas y su dedicación máxima transcurre en tardes de bibliotecas y archivos históricos donde nuestros tesoros esconden verdaderas joyas. El MARQ le fascina como a Belén Rueda. Y mientras Vicente Seva hace patria cada año con su manera de vivir una ciudad que le ha dado tanto y Él a ella. Yo, mientras, os pido que estos días no dejéis de visitar la Feria de la Santa Faz que dura hasta el Domingo y es un viaje para los sentidos infinito e imprescindible. Felices días queridos míos.