Lolita Flores vuelve a las tablas y lo hace acompañada por Luis Mottola y bajo la dirección de Tamzin Townsend en Prefiero que seamos amigos, una historia sobre la frontera entre la amistad y el amor, y la dificultad de cruzarla. En esta comedia francesa de Laurent Ruquier vemos a dos amigos, tan cercanos y tan cómodos en la compañía del otro, que cuando uno quiere cambiar las reglas de la amistad, el otro está totalmente cegado y es incapaz de ver más allá. Aquí está servida la comedia. Uno busca algo más pasional que el sofá, la peli y una pizza en compañía de su amigo charlando e intercambiando historias de conquistas. Reinan las frustraciones y las palabras están llenas de sentimientos no comprendidos, y las insinuaciones y mensajes sutiles no son captados. La obra también plantea otro tema universal en el mundo femenino; el abrupto cambio de estatus cuando pasas de una cierta edad. La sensación de ser repentinamente invisible para el sexo contrario.