Está basada en la novela de David Safier y es el tercer largometraje que vemos en España del director de cine de animación Holger Tappe ( En busca de la piedra mágica, Rebelión en la isla). Un producto menor y de serie B, coproducido entre Gran Bretaña y Alemania, que reitera aquello de que muchas veces no valoramos aquello que tenemos más cerca hasta que lo vemos con nuevos ojos.

A pesar de lo que dice el título, la familia Wishbone no es feliz. La librería de la madre, Emma, está en la bancarrota; el padre, Frank, trabaja demasiado y su jefe es un tirano; la hija adolescente, Fay, dominada por unas neuronas en ebullición no sabe qué hacer con su vida, y el hijo pequeño, Max, un genio matemático que sufre acoso escolar. Por ello Emma ha decidido organizar una noche especial: ir a una fiesta de disfraces. Pero las cosas no salen como esperaban y, para colmo de males, después de la fiesta, la bruja llamada Baba Yaga, cumpliendo su trato con el irresistible Conde Drácula, hechiza a los Wishbone y los condena a convertirse en el personaje del que van disfrazados: de repente Emma es una vampira, Frank es Frankenstein, Fay una momia y Max el hombre lobo. Para romper el hechizo, este singular cuarteto partirá en busca de la bruja por medio mundo y en el camino se encontrará con un montón de monstruos auténticos.