Y a es Carnaval, de nuevo la vida explota y surge de este frío invierno para reírse de todo. Máscaras, caretas, sueños y todo tipo de burlas son el aliciente de una celebración que precede a la llegada de la Cuaresma en breve y, con ella, la irrupción de la bella primavera. Recuerdo Carnestoltes cuando empezó. Mi hijo que ahora, a sus 17, sale solito a divertirse revestido de cualquier cosa traviesa, seguramente no es consciente de lo que supone el Carnaval y lo que se hizo en Alicante para que hoy, unos cuantos años después (como 40) esto sea un no parar. La Rambla a tope el Sábado Ramblero, arteria principal junto al Barrio, en cuya Plaza del Carmen actúan Las Bravas este sábado. Toni Forat, Morán Berruti y muchos más -Jácara Teatro mediante- montaron las primeras movidas carnavaleras y los famosos entierros de la Sardina. El Brujo, la tropa del Jamboree, el Yerbeta o el Ma Non Troppo de entonces, los artistas plásticos y toda la cultura activa luchó desde tiempos de Lassaleta en la casa consistorial por todos. Ahora que la vida ciber es lo más, estoy encantada de ver que las redes sociales (Facebook, Twiter e Instagram) son los foros de convocatorias de grupos de disfraz y quedadas para celebrar esos bailes. Y ya hasta con el bitcoin -que se puede sacar en las redes de BTC fácil por las calles- puedes comprar máscaras sin bajar a la vida real. Desde la ropa, las copas en garitos de Benidorm, Altea o Torrevieja (donde hay mucha multiculturalidad) o en sitios como Orihuela, donde se ha fundado el Bit Club Network, la cosa esta que arde. El otro día me tomé unos riquísimos platillos en el Tapas Gastrobar de Frederick y cuál fue mi sorpresa cuando nos dijeron si queríamos pagar en bitcoins. Es más, ya hay una gasolinera que los admite. Eso sí, ¿a qué cambio, señores? Porque su oscilación me tiene loca, loca, loca, tanto como una máscara de Venecia en plena explosión de canales carnavalescos? la que me quiero poner, por cierto, en el mejor evento de la temporada, la Gala Solidaria de AODI: máscaras y glitter del bueno por una buena causa en el Casino Mediterráneo entre las fichas de la vida. Tan solidario como la causa del primer Flea Market en el Poeta Quintana district, como ya llaman a este lugar a tope de modernidad de barrio, donde libros, discos, vinilos, ropa y demás serán el hit de lo vintage por excelencia. Mientras el Magic Circus es la magia de los Carnavales en un ambiente de misterio y halo de belleza en Benidorm, o los famosos pasacalles de la Vega Baja, donde la fiesta es tan particular como luego su Semana Santa, en Almoradí se come y se bebe hasta el dolor, como en el templo gourmet La Alcachofa. Y en las dos universidades habrá movida, cultural, pero muy apropiada a este finde de celebración de la carne y el color de la vida. Explotemos, sí, porque es lo que toca, de placer y vida. Ya vendrán tiempos de recogimiento y sentir como las saetas del barrio de Santa Cruz, pero estos días, abandonemos nuestro cuerpo a la belleza de Don Carnal, que es el dios que me guía unos instantes para disfrutar de todo. Y luego, el domingo, una buena escapada de naturaleza. Muchas rutas moteras custom confluirán el domingo en el rastro que se celebra en Casamar (San Vicente), el noveno Swap Meet Hierros, con más 30 puestos de piezas para motos y ropa y la previsible asistencia de 2.000 personas. O la feria en IFA de Caravaning, una práctica cada vez más extendida, que convertirán este fin de semana y el próximo en una cita imprescindible para «vagabundos de lujo». Feliz Carnaval.