No te descubro nada si de pronto llego con que la Navidad está a la vuelta de la esquina, una vez superadas las adoptadas celebraciones de Halloween y el Black Friday, todo indica que una nueva Navidad empieza a meter la patita en nuestras vidas, pero pese a que en el ambiente algo ya se respira y los turrones y guirnaldas empiezan a aparecer por todas partes, no quiero tocar ese tema todavía, lo dejaré para más adelante, que para algo soy de las que monta el belén a última hora, y esa es una de mis tradiciones que nunca me salto.

Pero eso no quita que hoy exploremos un estilo que le va mucho a esta época del año, y que sin ser navideño, bien nos serviría para empezar a introducirnos en esta entrañable celebración poco a poco sin acabar saturados, y no es otro que el estilo alpino, y no hablo de montar una cabaña en casa en pleno centro de la city, pero sí de adoptar ciertos gestos de esta tendencia que nos inician en la época de los fríos, de cuando apetecen esos hogares tan ricos y acogedores que se prestan a nada más que a enrollarse en una suave manta de pelo, y degustar una taza de delicioso chocolate caliente a la luz de las tenues velas a falta de chimenea.

Y es que el estilo alpino se caracteriza, cómo no, por ser muy abrigadito, con accesorios tan apetecibles como mantas de punto, patchwork o las glamurosas mantas de pelo que dan ese toque rústico-sofisticado que tanto nos gusta.

En cuanto a los materiales es obvio que priman los detalles en maderas rústicas, como pequeñas mesas auxiliares, bancos o robustos porta velas donde se divisan claramente las vetas naturales del tronco. A todo esto también añadiremos elementos de pizarra o piedra. Y para contrastar estos oscuros, utilizaremos una paleta cromática en tonos crudo o blancos nucleares de influencia nórdica que sumaran aún más a ese glamour invernal y de declinación más urbano que buscamos.

Una vez dicho esto, colguemos en la pared un falso y encantador ciervo luciendo cornamenta y ya lo tendremos todo listo y preparado para aislarnos del mundo antes de las fiestas.