Cuenta la historia de un niño de 12 años con grandes sueños y su mayor novedad es que se sitúa en el México del siglo XIX con la garantía de los Estudios Pixar. Nos presenta a Miguel, un aspirante a cantante y guitarrista autodidacta que sueña con seguir los pasos de su ídolo, Ernesto de la Cruz, el músico más famoso de la historia de México. Pero la familia de Miguel ha prohibido la música. Hace muchos años, su tatarabuela y su tatarabuelo llegaron a un callejón sin salida: Ella quería criar a su familia en Santa Cecilia, pero él no pudo dejar atrás su sueño y abandonó a su familia para ser músico. La consiguiente prohibición de la música de la bisabuela Mamá Imelda pasó de generación en generación y se sigue aplicando estrictamente, para consternación de Miguel.

El codirector Adrian Molina añadió que Miguel siente que tiene que elegir entre su pasión por la música y el amor por su familia, quiere compartir su talento con su familia y demostrarles que hacer música es bonito y honorable, pero no elige la mejor forma de hacerlo. Los comportamientos impulsivos de Miguel desencadenan un acontecimiento de magia que lo hace visible solo para aquellos que han venido a visitarnos desde la Tierra de los Muertos el Día de los Muertos. Este animado y colorido mundo paralelo está poblado por generaciones y generaciones de personas que dejaron la Tierra de los Vivos hace mucho tiempo, incluidos los propios antepasados de Miguel, que lo reconocen al instante y se ofrecen a ayudarle, pero solo si él acepta abandonar la música para siempre. «Y Miguel no puede aceptar eso», dijo la productora Darla K. Anderson, «por lo que se une a un esqueleto desgarbado y callejero llamado Héctor y ambos se disponen a encontrar a Ernesto de la Cruz. Creen que él tiene la clave del desconcierto de Miguel y de la historia nada musical de la familia». «La historia de Coco está inspirada en la gente, las culturas y las tradiciones de México», dijo el oscarizado Lee Unkrich, que codirigió Buscando a Nemo, Monstruos S.A. y Toy Story 2 y dirigió Toy Story 3.