Está contada desde el punto de vista de Thomas Webb, un joven con aspiraciones de grandeza pero que no sabe cómo lograrlas. Su amor no correspondido por Mimi, una bella e idealista estudiante que se haya envuelta en una relación con el clásico chico malo, sólo consigue que Thomas se sienta más desesperanzado. En fin, que yendo a la deriva por la ciudad de Nueva York, la vida de un desilusionado joven recién graduado da un vuelco cuando empieza una relación con la amante de su padre. El guinista Allan Loeb: «Quería hacer una carta de amor a Nueva York, un retrato de la ciudad que había amado mientras la visitaba en los setenta y ochenta; Nueva York bañada en arte, música y literatura».