Se adentra en un terreno muy poco explorado, el de los supervivientes de los campos de concentración nazi y ha sido descrita como una descarada comedia dramática, segundo largometraje de Sam Garbarski que llega a las pantallas españolas, tras Irina Palm. Esta es la crónica de un grupo de judíos que sobrevivieron al holocausto, cada uno con su historia y su trauma. Ahora, recién terminada la contienda y encabezados por el ingenioso David, que les recluta como si fueran una banda de malhechores, se asocian para montar un negocio de venta de ropa de cama, producto muy demandado entre los alemanes. Un negocio muy rentable que se vale del sentimiento de culpabilidad que los alemanes tienen de lo acaecido en la guerra. La idea es reunir el dinero suficiente para irse a Estados Unidos. El grupo se pone manos a la obra, estafando a los clientes con la venta de lotes de sábanas «de París», inventando de paso, para convencerlos y a veces para reclutarlos, toda una serie de técnicas cínicas y pícaras, y bastante visionarias en términos de márketing.