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Los itinerarios que se pueden realizar en este parque natural protegido, con una superficie de 5.564 hectáreas, permiten descubrir acantilados de 300 metros, conocer el Faro del Albir, asomarse a la Punta del Cavall, disfrutar de recónditas calas y admirar una amplia variedad animal y vegetal, ya que alberga una interesante duna fósil y dos microreservas de flora con diversos endemismos.

Destacan aves como el Paiño común, la Gaviota de Audouin, rapaces como el Halcón peregrino y otras especies como el Cormorán moñudo, la Pardela cenicienta o la Pardela balear. Especies marinas como el Vermétido, la Nacra y númerosos táxones de peces, crustáceos y otros invertebrados. Además de una de las pocas familias de Delfín mular que vive de forma permanente en el territorio valenciano.

Rutas

Formada por calizas y margas, esta alineación montañosa costera que separa Benidorm de Altea se puede conocer siguiendo tres itinerarios: azul, rojo y amarillo.

De menor a mayor dificultad, la ruta azul se inicia al final de la playa de Levante de Benidorm, pasa por las calas Almadrava y Ti Ximo y concluye en el mirador de la Punta del Cavall, donde se sitúa una torre de vigilancia, mandada construir por Felipe II en el siglo XVI para defender al pueblo de los ataques piratas.

La ruta roja empieza en el Punto de Información del Albir (Alfás del Pi), sube por la calle «Camí de la Cantera», que finaliza en una antigua cantera de la que se extraía piedra, por el camino asfaltado del faro encontramos la «Caleta del Metge», varios miradores, las minas de ocre de origen Fenicio y posterior explotación romana (donde se extraía el ocre utilizado como colorante) la umbría de la montaña «Boca de la Balena» o «Cova de Bou» y el Faro de l'Albir, pero antes una pequeña subida ofrece una buena vista del acantilado.

Con una dificultad moderada-alta, la ruta amarilla se inicia en el área recreativa del Albir, sube por unas escaleras de piedra en zig-zag hasta la carretera de acceso al repetidor de telecomunicaciones, conocido como «Alt del Governador», este vértice geodésico ofrece una majestuosa vista de los cortados y permite contemplar ejemplares de gaviota patiamarilla. En continuas subidas y bajadas, el recorrido, que pasa junto a una antigua casa de vigilancia costera y un pequeño aljibe, ofrece preciosas vistas de l'illa Mitjana hasta alcanzar una gran cruz que corona la zona del Raco de l'Oix.

También existen tres sectores de escalada que no requieren de autorización expresa pero sí de comunicación al Parque Natural.

Zona marina

Al tratarse de un parque eminentemente acuático, con sus 4.920 hectáreas de mar, una de las formas más atractivas de conocerlo es navegando con algún tipo de embarción. En sus aguas están algunas de los zonas submarinas más interesantes y sorprendentes de todo el Mediterráneo peninsular, destacando las extensas praderas de la fanerógama marina protegida, conocida localmente como Alguers, (Posidonia oceanica) y fondos rocosos, como los de La Llosa, con una excepcional diversidad biológica.