A veces es difícil imaginar cómo dos creativos de la talla de Balbino Martínez o de Alejandro Ruiz pueden pasar su tiempo libre: tan en blanco como la noche de los museos de este viernes (la mar de recomendable), se han quedado los dos cuando les he sometido prácticamente a un interrogatorio sobre éste parecer. Como en la famosa canción, tengo la costumbre de preguntar como Perales y a espetar prácticamente la misma frase: «¿y cómo es él? A qué dedica su tiempo libre?», ante lo que los dos me han contestado que sus respectivas parejas normalmente no tienen de eso, «no gastan de eso», porque en estos oficios del mundo creativo, la mayoría de las veces, si quieres que te dure el artista en tu vida, te toca emplear, prácticamente el 100% de tu tiempo en un proyecto que ya es una vida.

Y así me lo van relatando. Como pececitos al agua, a los dos les emociona el buceo, la playa (Xàbia, Calp, o las cristalinas aguas protegidas y únicas de Tabarca) y una magnífica hamaca en los chiringuitos de su tierra bien acompañada por un vino blanco frio como Viopgnier de Vins del Comtat o un espumoso de La Marina, aunque confieso que seguro que se pirrarían por lo último de lo último, los zumos de níspero que causan furor en los espacio más healthness de la costa, desde Callosa d'en Sarriá, en la piscina colgada en la sierra de Casa León, puedes ser absolutamente emocionante. A los dos les encanta también que les mimen y les cuiden, igual que Alejandro cuida con especial dedicación las melenas más maravillosas o Balbino enamora y cubre los cuerpos de las mujeres más bellas con esas creaciones de costura que han hecho las delicias de las mujeres más bellas. Ambos dos son los gurús de mujeres como Roser, Ivonne Armant, India Martínez o Silvia Jato, por no hablar de belleas y reinas de las fiestas más importantes, y así me lo han contado. Desde la nueva sorpresa gastronómica, joven y divertida de Elda, El Xaghar, al Oro Bianco de Calp o el afamado El Convent de Agres, comer es un placer? y si es por estas tierras ni te lo cuento. Y después un magnífico masaje de los que te dejan el cuerpo listo para lo que toque o quien lo toque, jeje, imprescindible los tratamientos tailandeses del Asia Garden o del Hotel SPA la Romana, todo un descubrimiento novedoso de última hora. La ropita veraniega, esa de andar por la calle, la combinan entre mercadillos como el de Altea los sábados o las nuevas tiendas Vintage del casco histórico de El Campello, y las tiendas más Fashion para hombre como Gore o Benavent, o lo más asequible a todos los bolsillos como los shorts y las hawaianas floreadas de Stradivarius, o los Polos y los fulares de Mango. Sin embargo, estoy segura de que los dos no renuncian a un buen Fred Perry o los súper «pijis» náuticos de Snipe, o unas botas divertidas en piel de varano de Panama Jack (montañeras urbanas donde las haya). Y ya al caer la tarde me recomiendan unos copazos con el color de las calles del casco histórico de Benidorm, donde el rosa transciende a la semana pink para ser un clásico de unas noches tan divertidas ya como las ibicencas. Los espectáculos, las dracks, y la las noches del Molino son incomparablemente cool; cuántas veces no sabemos lo que tenemos a escasos kilómetros de nuestra casa. Y ya en domingo, después de una visita en condiciones a la playa Paraíso de Villajoyosa o a la playa de Los Náufragos en Torrevieja, ésta vez con ensaladita y fruta de tupper de lujo por eso de no pasarnos con los kilos, id meditando que el lunes empezaremos a soñar con los colores del Mediterráneo para crear cabezas, rizos, bucles, texturas, telas, cuerpos y magia para seguir creando ese color único que le dan los dos a cada minuto de su vida. Feliz viernes.