Mira que me gusta parafrasear a los clásicos y, sin duda, las claims publicitarias de toda una generación. Si ya me fascinaba la imagen de Turrones El Almendro, y ese soniquete de «vuelve a casa, vuelve...» mientras el niño de la bici recorría el pueblo de Alcalá del Jucar entrañable y nevado, ahora toca volver, como la gran Penélope Cruz en la peli de Almodóvar, pero no a la Mancha, sino a la bella ciudad de Alicante, Alacant. Esa tierra bañada por el sol único, un microclima increíble, olor a pólvora y azahar, que en estas fechas se pone de largo y es única. La Explanada, la Rambla, por la que desfilan las belleas y los foguerers, se llena de color, olor a vida, canto de verano y noche en breve de San Joan. El fuego ilumina nuestras retinas y en el corazón de este Mediterráneo, en el que esa niñez transcurría entre salvia, sal, azul, romero, amaneceres de grillos y libélulas, olor a pan recién hecho y ese aroma que destila el precioso mes de junio al anochecer... incalculable ese momento que os recomiendo vivir este fin de semana en cualquier playa o cala, desde Dénia, el Portitxol en Xàbia, la Olla de Altea (es divinísima siempre), las calas desconocidas de Benidorm, increíbles bajo el rojo atardecer y el agua translúcida y cristalina que cura todo y más, la Dehesa de Capomanes, el Cabo Roig, las pinadas de Guardamar, las salinas de Torrevieja, los canales y las balsas de flamencos anaranjados de Santa Pola ? En todas ellas puedes reponer fuerzas y respirar, en chiringuitos como el del hotel Montíboli con los piececillos al borde de un mar que, y lo dice una alicantina de adopción que ama cada rincón de este trozo de cultura, no tiene precio. Así que aquí empieza esta aventura de finde de Hogueras ya, porque este fin de semana ya, digan lo que digan, son Fogueres en Alacant, sí o sí. No se puede uno perder las mascletaes y, de ahí, empezar un recorrido que me van a recomendar también otros alicantinos. David Ferraro, productor y cineasta de la tierra que no para de recoger premios por The Brindis, el último en Venecia, me recomienda ir a sitios nuevos de la ciudad. El Mofit es una alternativa sana de fast food, que Abraham Sarrió quiere impulsar para que vayas por la calle con cositas sanas. José Antonio Sánchez está a punto de abrirnos su cocina Mediterránea en Els Vents, donde un arquitecto como Antonio Marquerie parece que nos va a epatar con su buen estilo innovador y elegante. Mientras, una visita a los racós ya instalados en el Paseo Gadea, donde el Gourmet de El Corte Inglés es una opción fresquita para evitar un rato el desmayo fogueril clásico de mediodía. La Plaza de Toros empieza ya con los festejos taurinos, que, gusten o no, son un clásico de la Fiesta, y entre corridas y líos de manifestantes, Nacho Llorens irá sin duda al Nou Manolín, muy taurino, y seguro que lo hará bailando Gitano, el temazo nuevo de fusión flamenca y en inglés, que promete ser el hit de mi querida Roser para el verano (las calles amenazan con el Despacito que me tiene hasta el gorro, que yo soy rapidita... pero bueno, lo llevaremos con honor). La moda también es lo mejor de estas fiestas. José, de la Hoguera de Carolinas, es un referente para ir a por lo que ya no hayas hecho antes, unos pendientes divinos o una manteleta de repuesto, y Balbino Martínez o Rubén Hernández son, sin duda, los responsables de unos coloridos y maravillosos corsés, faldas, mantillas, zaragüell, y todo lo que hace que esta fiesta siga siendo grande. Como también puede ser muy recomendable una visita con flamenco a Félix Amador, en la Guitarrería. Y yo espero poder disfrutarlas como lo hará otra mujer maravillosa de esta ciudad, mi querida Ana Marín, que está cerrando ya la cena Gastro Fashion y desfile en la Volvo Ocean Race, con Fernando Aliaga, joven y gran diseñador de Levante, a beneficio de APSA, esa asociación a la que adoro por su gran contribución en la atención de unos niños que son tan especiales que son únicos. Por si acaso, eso sí, vayamos reservando un sitio entre el Muelle, con ese tardeo que promete Panoramis para todas las fiestas desde este sábado y una de las exquisitas cenas del Monastrell en la Terraza La Cubierta, donde Anabel Rosas, una vez más, me sigue sorprendiendo junto a la gran María José San Román por todo. El próximo finde, prometo una recomendación completita de barracas y racós. Lo prometo.