Tiene el honor de formar parte de la galería de monstruos que conforman los clásicos de la Universal, en donde también figuran Frankenstein, Drácula y el Hombre Lobo, y aunque no se han apagado todavía los ecos de la versión de 1999 de The Mummy, que dirigió Stephen Sommers y que dio pie a dos secuelas: El regreso de la Momia (2001) y La Tumba del Emperador Dragón (2008). Cuando se dan esas circunstancias que no aconsejaban insistir en el tema, Hollywood se saca de la chistera el que es, por el momento, el remake más espectacular y de mayor presupuesto de esta saga del cine de terror. Nada menos que Tom Cruise y Russell Crowe encabezan el reparto. A pesar de estar enterrada en una cripta en lo más profundo del desierto, una antigua reina cuyo destino le fue arrebatado injustamente, se despierta en la nuestra época y hace gala de una maldad que ha crecido hasta límites insospechados con el paso de miles de años. Desde las inmensas arenas de Oriente Medio, hasta unos laberintos desconocidos debajo del Londres actual, La Momia ofrece una nueva e inesperada perspectiva de un mundo de dioses y monstruos.