Centro Habana, el corazón de la Habana de hoy. Miguel (45 años) sueña con huir a New York. Mientras espera un visado que nunca llega, trabaja como lavaplatos en un restaurante particular. Diego (45 años) sueña con vivir. Postrado e inmóvil por el SIDA, libera toda su energía desde el estrecho camastro del cuarto más pequeño del solar. Mientras Miguel le da la comida a Diego, vamos descubriendo que ambos viven juntos como si fueran la noche y el día. Diego es gay, positivo, luminoso; Miguel es asexual, negativo, oscuro. Diego es el héroe; Miguel, el antihéroe, pero entre ambos existe una amistad contradictoria e indestructible, sostenida por un pasado compartido del que sólo ellos conocen sus secretos. Se hizo en el Festival de Málaga con la Biznaga de Oro al mejor largometraje iberoamericano y su director afirmó que es una cinta sobre la amistad y el derecho de cada uno a expresarse a su manera: un relato sobre la diversidad.