Con la vuelta al cole nos preocupamos cada vez más de preparar psicológicamente a los niños pero en raras ocasiones nos planteamos cómo cuidar la salud de nuestros hijos para que en los meses que vienen no caigan enfermos o sean víctimas de las dolencias más típicas de su edad.

Los dolores de espalda es una de las patologías que más sufren los pequeños de la casa. Cargar a sus espaldas todos los días con los libros, el ordenador o la ropa para los entrenamientos les pasa factura. Los niños no deben cargar con más del 10% de su peso en las mochilas, según indican los pediatras. Por otro lado, permanecer sentados durante horas en esos incomodos pupitres tampoco les ayuda. El deporte es sin duda la mejor herramienta para que los niños consigan una espalda fuerte. El ballet, la gimnasia rítmica o la piscina son los deportes que mejor les vendrán.

A los niños les cuesta bastante volver a la normalidad y la vuelta a la rutina les suele acarrear cansancio y fatiga. Para que el rendimiento escolar de los más pequeños no se vea afectado es conveniente prestar especial atención a su alimentación los primeros días de clase. Intenta que tomen las suficientes vitaminas para que estén con las energías a tope. Incluso puedes darles un complemento vitamínico si lo ves necesario aunque siempre es conveniente consultarlo con su pediatra. Recuerda que los niños deben realizar un completo desayuno todos los días para afrontar como deben su día a día.

Cada vez es más frecuente que nuestros pequeños pasen largas horas leyendo en pantallas lo que perjudica enormemente su visión. Una vez al año los niños deben acudir al oculista para que les haga una revisión. Recuerda que coger los problemas de visión a tiempo es clave para que éstos no vayan a más.

Con la vuelta al cole también regresa el terror de las madres a las cabezas de los niños, los piojos. Una correcta higiene es suficiente para prevenirlos y para atacarlos de forma eficaz una vez que se sufren existen numerosas lociones y remedios en las farmacias. Recuérdales a tus hijos que nunca deben de compartir peine con sus amigos y si los detectas avisa cuanto antes al centro escolar para que el resto de madres puedan tomar medidas. ¡No te avergüences si tus hijos los sufren, los piojos siempre atacan los cueros cabelludos más limpios!