El Vicerrectorado de Relaciones Internacionales, a través del Secretariado de Proyección Internacional y Cooperación, mantiene una firme apuesta por mantener proyectos y ayudas de Cooperación Universitaria al Desarrollo, a pesar del contexto de escasa financiación gubernamental y recortes que esta área ha sufrido en los últimos años. La Universidad de Alicante ha querido mantener estas ayudas y ha concedido 55 becas para egresados y docentes de países con escasos recursos, gracias al patrocinio del Banco Santander. La procedencia de los beneficiarios de estas 55 becas ha sido fundamentalmente latinoamericana (Colombia, Argentina, Méjico, Bolivia, Brasil, Caribe) y africana. Dichas becas han servido para cubrir de forma completa los estudios de máster en diversas áreas de conocimiento.

En este marco de actuación, la Universidad de Alicante mantiene desde hace más de una década una potente colaboración con la Fundación “Hombres Nuevos”, con sede en Bolivia, cuyas actuaciones se enmarcan en el barrio del Plan 3000. Este barrio es uno de los más pobres de la ciudad de Santa Cruz, donde desde hace más de 20 años se desarrollan todo tipo de programas de carácter educativo, sanitario y de integración social, liderados por el Padre Nicolás Castellanos (Premio Nacional Justicia y Paz 1991, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 1988, Premio a los Valores Humanos 2001 y Medalla de Oro al Trabajo 2006). La colaboración entre la UA y la Fundación Hombres Nuevos se inició en 2008 y ha permitido a estudiantes bolivianos cursar en la UA los cursos de Especialista Universitario en Cooperación Internacional para el Desarrollo, el Máster en Ciencias de los Alimentos y la Nutrición, el Máster en Administración y Dirección de Empresas y el Máster en Dirección y Planificación del Turismo.

Reyes González, directora del Secretariado de Proyección Internacional y Cooperación de la UA, asegura que “desde la UA creemos que proyectos de cooperación o, como en este caso, programas de becas en que la formación obtenida en la universidad revierte en los países y en las instituciones de origen de los beneficiados, servirán para crear sociedades más justas, equitativas y sostenibles”. Y añade que “el papel de la Universidad no puede constreñirse a ser una “fábrica” de profesionales, sino que debe aspirar a una formación integral de las personas; personas que sean capaces de integrarse en la sociedad desde el respeto a las ideas de los demás y la defensa de los valores democráticos y humanistas”.