Torres, fuertes, baluartes, atalayas, elementos que presiden desde las alturas toda la provincia de Alicante y conforman un patrimonio con más de 1.500 años de historia. Un total de 230 construcciones que defendieron territorios y que ahora han conformado un atractivo turístico con el que disfrutar y revivir escenas del pasado que sin duda escribieron páginas de muchos libros y que dieron forma a los tiempos actuales.

Además de las propias construcciones, los paisajes que los rodean terminan de dotarlos de significado y hacen que la vista quede maravillada y la mente detenga el acelerado ritmo de la vida para disfrutar.

Detrás de los elementos y construcciones se encuentran grandes personajes como los Reyes visigodos, Tudmir, míticos caudillos árabes, como Al Azraq, y monarcas de la cristiandad tan señalados como Jaume I o Alfonso X El Sabio que aguardan tras los muros de piedra dando sentido a cada uno de los rincones de estos imperantes fuertes.

Cada fortaleza es una puerta abierta para adentrarse en sorprendentes espacios naturales, disfrutar de una amplia y variada gastronomía y practicar todo tipo de actividades complementarias, empezando por el senderismo y terminando por un amplio abanico de experiencias náuticas.

Antes de iniciar el viaje por los 100 castillos más relevantes de la provincia no podemos olvidar en la mochila una buena cámara fotográfica para inmortalizar épicas imágenes y guardarlas en el álbum de nuestra historia de vida.

El amplio número de castillos se vertebra en cinco rutas que agrupan estas grandes construcciones de la provincia, sin duda una forma de secuenciar el paseo y poder disfrutar de cada una de las zonas con sus particulares construcciones.

Castillos del Vinalopó

Catorce municipios forman parte de este primera ruta que sigue la histórica frontera entre los reinos de Castilla y Aragón, así como entre estos y la taifa musulmana de Murcia.

Destacan por ser monumentales y dominadores de un horizonte extenso y diáfano. En unas tierras hoy famosas por sus vinos y su uva, en escenario de un trasiego incesante de ejércitos y razzias, de colonos y conversos, de afanes de conquista y de grandes asedios que han dejado como legado estas grandes construcciones que presiden las colinas dignas de ser paseadas y descubiertas.

Entre los más importantes Castillos del Vinalopó figuran la imponente fortaleza de La Atalaya de Villena, un fuerte que destaca por su monumentalidad y excelente estado de conservación. La estructura principal es la torre del homenaje de cuatro plantas, las dos primeras árabes y las dos últimas de época cristiana. Un castillo que estuvo en manos de cantidad de ilustres.

Esta fortaleza está escoltada por otros cuatro fuertes no menos importantes como son los ubicados en Sax, Castalla, Biar y Novelda. Todos ellos perfectamente conservados y en los que se puede distinguir cada una de las líneas históricas que se vivieron en ellos y que los modelaron como grandes gigantes de cada uno de sus municipios.

En esta ruta no se puede pasar de largo sin visitar el majestuoso Alcázar de la Señoría de Elche, también conocido como Palacio de Altamira. Una construcción ubicada en el centro de la ciudad y en cuya construcción se distinguen tres fases: la almohade, la obra de los siglos XV y XVI y la del XVIII.

Castillos de la Llave del Reino

La comarca de l´Alacantí conforma esta segunda ruta, un total de seis paradas entre las que figuran fuertes con nombre y apellidos que son seña del lugar desde donde se alzan.

Algunos de ellos son torres únicas que aunque singulares no pasan desapercibidas en la historia de la provincia. El más importante de este recorrido es el castillo de Santa Bárbara, un fuerte con una altura máxima de 166 m. y de origen musulmán que data de finales del S.IX.

Con sus tres espacios bien diferenciados es atractivo turístico de la capital de la provincia y recibe miles de vistantes cada año. Todos los que pasean por sus almenas divisan desde las alturas toda la bahía de Alicante.

No puede pasar por alto su peculiaridad de similitud con una cara, por lo que recibe el nombre de «la cara del moro».

Castillos de Tudmir

Para seguir con la ruta por estos imperantes edificios nos adentramos en la Vega Baja. Una comarca marcada por la estrategia del conde visigodo Teodomiro y que marca su epicentro en la ciudad de Orihuela.

Torres defensivas, castillos árabes y murallas se convierten en las ventanas que la historia abre al paisaje de la Vega Baja y a su eterno acompañante, el río Segura.

Desde el centro de esta ruta se pueden recorrer cinco municipios en los que se podrán encontrar construcciones con particularidades muy distintas a las vistas en las anteriores rutas.

Ruta de los Castillos de la Montaña

Recorrido en el que se puede comprobar la desigualdad del terreno y comprobar las diferencias del relieve de la provincia. Esta ruta es sin duda la mejor recomendación para los amantes del senderismo en la que se puede reponer fuerzas con un amplio nivel gastronómico.

En medio de estos magníficos paisajes se levantan increíbles fortalezas entre las que destacan los recintos amurallados de las morerías de Alcoy o Cocentaina. También resalta el Palacio Fortaleza del Marques de Dos Aguas Onil, considerado uno de los edificios civiles de mayor belleza de la Foia.

Castillos de la Frontera del Miedo

La protección del litoral alicantino da como resultado este último recorrido por torres y murallas. Numerosas sendas costeras ofrecen recorridos y accesos a estos hitos fortificados, mientras que los cascos históricos ponen sus murallas y castillos a disposición del viajero con ganas de entender la historia de las ciudades. El icono de esta ruta es el castillo de Guadalest, una fortaleza del siglo XI, creada por los musulmanes y que se encuentra situada sobre la roca en la parte más elevada del municipio. Además el municipio fue declarado uno de los pueblos más bonitos de España.

Los castillos y sus silenciosos muros han escrito y seguirán escribiendo páginas de historia en la provincia y ofrecerán la oportunidad a los que se acerquen a sus aspilleras de susurrarles aventuras acerca de un territorio donde la protección y la vigilancia han formado parte de la vida. No pierdas el tiempo y programa estas rutas en el calendario de este nuevo 2018.