Tollos, el pueblo más pequeño de la provincia, decidió proteger el 90% de su término municipal a través del Plan General de Ordenación Urbana. La normativa, ratificada por los vecinos a través de asamblea, renunciaba a las urbanizaciones y circunscribía el crecimiento a los alrededores del casco urbano. INFORMACIÓN quiso reconocer con el premio Importante de agosto esta decisión, en unos tiempos en que los efectos de la especulación urbanística ocupaban las portadas de la actualidad.