Pasan las horas y se va asimilando el éxito en la Eurocopa. Los jugadores ya están en casa y empiezan a compartir sus vivencias con sus familiares. Y es que, veintiún días de competición, dan para mucho. Sin embargo, cuando acabó el partido y los focos dejaron de iluminar el estadio, los futbolistas buscaron las felicitaciones de sus más allegados y se comportaron como se comportaría cualquier mortal en la intimidad. Ahí se produjeron las imágenes más cariñosas. Los besos más sinceros.

Los jugadores, vacíos por el desgaste de la final y la descarga de adrenalina que implicaba un partido de tal magnitud, necesitaban el contacto con sus seres más queridos para recuperar la energía perdida. Y ahí aparecieron las mujeres, novias, hijos, padres, hermanos... era el momento de celebrar el triunfo con sus familiares, con los que han sufrido los sinsabores de su ahora exitosa carrera deportiva.

Si la euforia por ganar el Mundial de Sudáfrica sirvió para confirmar el noviazgo entre Iker Casillas y Sara Carbonero -por el apasionado beso tras una entrevista en la zona de prensa-, la final de Kiev ayudó a conocer las caras de algunas parejas de futbolistas que, hasta ahora, habían permanecido en un segundo plano. Porque, no importa perder el anonimato si se comparte con la pareja la alegría de ser campeón de Europa. Así Javi Martínez y Fernando Llorente, dos de los considerados solteros de oro de la selección, no dudaron en posar con sus novias junto a la Copa que, minutos antes, Platini les había entregado y que reflejaba el título conseguido. También Pedrito y Cazorla obligaron a sus parejas a bajar desde la grada al césped para fotografiarse con el trofeo.

Fernando Torres, Bota de Oro del campeonato, además de juguetear con sus tres pequeños, también se dejó ver muy acaramelado con su mujer, Olalla Domínguez; Álvaro Arbeloa con su esposa, Carlota Ruiz y Xabi Alonso con la elegante Nagore Aramburu.

Algunas mujeres vestían con la camiseta de la selección y lucían el dorsal y el nombre de sus parejas en la espalda. Un detalle que, en más de una ocasión, sirvió para que a éstas se les reconociera entre la repleta grada del Estadio Olímpico de Kiev.

En ausencia de Shakira -tras el partido se intercambió tuits con su chico-, Piqué quiso compartir su alegría con sus padres y su hermano. Lo mismo hizo Sergio Ramos y Jordi Alba.

Pero sin duda, la imagen más tierna, la protagonizó Cesc Fàbregas con la modelo libanesa Daniella Semaan. El jugador se refugió en el banquillo para dar rienda suelta a sus sentimientos y besar apasionadamente a su pareja, doce años mayor que él.

En esta ocasión, y públicamente, Casillas sólo besó en la mejilla a su novia y posteriormente se fundieron en un romántico abrazo, dejando a más de uno con la miel en los labios. Eso sí, en la entrevista que la periodista realizó al capitán, los gestos y las miradas volvieron a demostrar lo enamorados que están.