Una ciudad vieja de historia y nueva de experiencias. Vieja en recibir durante toda su existencia a personas de paso aprovechando su estratégico lugar marcado por el Vinalopó y ya no tan nueva en asentar y apadrinar a los nuevos viajeros que buscan un lugar donde asentarse. Una ciudad en la que disfrutar. Un espacio, su espacio, en el que vivir experiencias y aprovecharse de su riqueza natural y patrimonial. Su oferta cultural, su patrimonio histórico, su riqueza natural y paisajística, y su oferta lúdica y de ocio, han convertido al término municipal en un reclamo turístico. Las cifras así lo demuestran, ya que el crecimiento de los últimos años ha sido continuo. El año pasado, sin ir más lejos, Elche registró una ocupación media de un 5% superior a la 2014, según la Asociación de Empresas Turísticas de Elche (AETE), alcanzando la venta de 139.237 habitaciones, lo que ha supuesto una ocupación media anual del 56,93%, un 5% más que en 2014.

La atracción de estos turistas ha estado propiciada, entre otros motivos, por su litoral, compuesto por un total de seis playas repartidas en los 9 kilómetros de costa ilicitanos. De norte a sur son: El Altet, Los Arenales del Sol, El Carabassí, El Pinet, La Marina y Les Pesqueres-Rebollo. Una oferta «playera» natural que parece ideada para disfrutar y para sorprender porque, sobre todo en El Altet y Arenales del Sol, se configuran espacios naturales difíciles de encontrar en otros puntos de la provincia.

En relación con sus recursos naturales sobresale, sin lugar a dudas, el Palmeral de Elche que, con más de 200.000 ejemplares, es un oasis de naturaleza enmarcado en la misma ciudad. Y es que han sido los propios ciudadanos los que han luchado por la defensa de sus orígenes, configurando una ciudad en la que se han preservado los huertos de palmeras entre edificios y viviendas, creando entornos de auténtica belleza y riqueza natural en un municipio tan grande y tan importante como Elche. Todo un ejemplo, sin lugar a dudas, del esfuerzo mudo de generaciones, hombres y mujeres, que generaron un bien declarado Patrimonio de la Humanidad.

En el plano cultual, Elche se alza como un escaparate museístico en el que el Museo Arqueológico y de Historia de Elche (MAHE) se erige como una imponente torre. Elche cuenta con una sólida y variada red de museos y salas de exposiciones donde se recoge y muestra su importante patrimonio cultural. A través de ellos, el visitante puede sumergirse en la historia de la ciudad y su legado arqueológico, descubrir el exacto lugar donde se encontró la Dama de Elche, contemplar una interesante colección de arte contemporáneo, conocer el apasionante universo que rodea el Misteri d'Elx, viajar a la Prehistoria o aproximarse a la cultura y las tradiciones locales.

La red de museos, además del MAHE, está compuesta por el Museo Paleontológico, Museo de la Festa, Museo De la Virgen, Baños Árabes, Museo de Arte Contemporáneo. Museo del Palmeral, Museo de Pusol, La Alcudia, Centro de Visitantes, Centro Municipal de Exposiciones, Tienda-Museo La Almazara del Tendre, Museo del Calzado Pikolinos, Casa del Belén.

Deléitate con la gastronomía más típica de Elche

Elche ofrece una excelente gastronomía, en la que se emplea la gran variedad de productos que ofrece la zona. Una rica huerta y la proximidad de la costa marcan la historia culinaria de la población. El plato más conocido de la cocina ilicitana es el arroz con Costra, aunque también hay que destacar el arroz con conejo y caracoles y sin olvidar el tradicional puchero con pelotas.

También es muy apreciado el Mujol del Hondo con all i oli y el marisco del litoral. De los postres hay que destacar los frutos de la tierra (dátiles, higos, granadas?) como también la Tortada de Elche o el Pan de higo. Entre las bebidas tradicionales encontramos el destilado de la flor de cantueso, el anís de paloma (el popular «Nugolet») y el Licor de Dátil.

El Palmeral de Elche.

Con más de 200.000 ejemplares, es el mayor de Europa. Fue reconocido por la UNESCO, al declararlo Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. Un tesoro en el interior de la ciudad que conjuga la tradición, las costumbres y la artesanía.

Litoral y playas.

Elche cuenta con nueve kilómetros de costa dotados con todo tipo de servicios para los usuarios. Las playas que están adaptadas para minusválidos son Los Arenales del Sol, El Carabassí, El Pinet, La Marina y Les Pesqueres-El Rebollo.

El Paraje Natural Clot de Galvany.

Es un complejo húmedo costero de gran valor ecológico por su gran diversidad de flora y fauna.

Festival Medieval de Elche.

Este evento, uno de los más importantes de España, hace que las calles de Elche retrocedan en el tiempo para inundarlo todo con un color, olor y sabor al medievo muy especial. Una de las actividades que más llaman la atención durante estos días es el Mercado Medieval en el que se pueden encontrar todo tipo de puestos artesanales.

Misteri d´Elx.

Es éste un drama sacro lírico de origen medieval que se celebra en el interior de la Basílica de Santa María los días 14 y 15 de agosto y que la Unesco declaró Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible, en el año 2001, por lo que este año cumple su xv aniversario. Es innegociable ir a verlo una vez en la vida.