Calor, calor y más calor. Esta es la realidad con la que nos encontramos cada día al salir a la calle, por lo que el hogar se convierte en nuestro refugio. Darle un aire más veranieg0 y fresquito no es tan complicado y las tendencias de esta temporada son unas buenas aliadas, tanto para una reforma en profundidad como para unos simples retoques.

Si empezamos por el color, el rey indiscutible de la paleta es el marsala. Añade elegancia a cualquier habitación con la incorporación de esta tonalidad rica y acogedora en piezas decorativas, accesorios y pintura. Las características lujosas del color marsala se potencian cuando se aplica a superficies texturizadas, por lo que es una opción ideal para alfombras y muebles de sala tapizados. También se ajusta a la cocina y el comedor, haciéndolo ideal para mesas, pequeños electrodomésticos y ropa de cama en toda la casa. El tono será especialmente destacado en la creación de estampados de rayas y flores en manteles, vajilla y ropa de cama.

Otro elemento a tener en cuenta son las flores. El print floral se ha convertido de forma recurrente en uno de los básicos con la llegada del buen tiempo. Un estilo muy utilizado sobre todo para crear ambientes románticos, bucólicos y provenzales, que además se adapta a todas las estancias de la casa y es perfecto en textiles.

El estilo mediterráneo también es uno de los más recurrentes cuando hablamos de buen tiempo. Los detalles navy así como el binomio blanco y azul se convierten en un clásico durante la época estival. El estilo navy aporta a nuestro hogar un toque de frescura y lo mejor de todo es que nunca pasa de moda.

Cortinas y el clásico estilo mediterráneo aseguran año tras año espacios llenos de alegría.

Los tonos blancos y azules, los motivos inspirados en el mar o los muebles de madera desgastada, son algunas de las características de este estilo, que se inspira también en el ibicenco. Si te apasionan los veleros, los timones y los nudos marineros, y te apetece introducir un toque náutico en tu hogar, este es tu estilo.

También podemos decantarnos por el estilo vintage, para conseguir un toque de romanticismo. En este caso hay que dar protagonismo a piezas antiguas, otorgándole otro toque; como una capa de pintura, la introducción de una pieza de color o colocarlo en un sitio que no es el suyo. Elegir bien los muebles es fundamental para conseguir un estilo retro. Se pueden comprar o restauralos. Lo ideal es darles una nueva capa en blanco o pastel. También puedes decantarte por la forja o muebles con madera decapada. Para conseguir un estilo de lo más vintage mezcla muebles de madera gastado con piezas metálicas. Unos cojines de estampado geométrico o psicodélico pueden darte el pasaporte para un viaje a los 60. La premisa básica es combinar, buscando el contraste entre lo nuevo y lo antiguo, lo liso y lo colorido.

Estampadas florales en cojines