Contratar hoy en día a un ingeniero civil o técnico de Obras Públicas resulta una garantía de calidad y de servicio en todo tipo de obras civiles.

Es notorio que el titulado en ingeniería civil se está convirtiendo por propio mérito en el técnico más buscado por su polivalencia, derivada de su amplia base de conocimientos técnicos, tan multidisciplinares como avanzados. Y la demanda de nuestros profesionales no solo parte ya de las empresas constructoras o de los gabinetes de proyectos constructivos, sino también, y con fuerza inusitada, de la sociedad civil en general.

Esto no es ninguna exageración: empresas de mantenimiento de todo tipo de inmuebles, agencias de la propiedad inmobiliaria, comunidades de propietarios, administradores de fincas, evaluadores medioambientales y de procesos de calidad, notarios y registros, tasadores y peritos, comercios de todo tipo e incluso empresas publicitarias o de servicios generales, están visualizando el potencial del ingeniero civil como el técnico colaborador ideal en el desarrollo de sus servicios e infraestructuras y en defensa de sus intereses y de sus clientes.

También es creciente la demanda de ingenieros civiles como docentes en el sistema educativo tanto en su vertiente pública como privada y concertada, puesto que el Plan Bolonia ha ampliado considerablemente los campos técnicos y científicos a impartir por los ingenieros, a un nivel similar al de los antiguos licenciados.

También el Colegio se congratula de la decisión de la Generalidad Valenciana para que los ingenieros civiles (y todos los graduados en ingeniería) accedan a los niveles máximos de la Administración (A1), acogiendo por fin el espíritu y letra del Estatuto Básico del Funcionario Público y superando caducas e injustas pretensiones exclusivistas en contrario, de carácter anti-Bolonia y antieuropeo.

También la reciente sentencia del TSJ de la Comunidad Valenciana 672/2017 ha clarificado y sentado jurisprudencia en relación a las amplias competencias de nuestros ingenieros civiles y técnicos de Obras Públicas en el concreto campo de la Edificación. Es un primer paso que este Colegio debe aprovechar para conseguir la definitiva derogación de la obsoleta Ley de Ordenación de la Edificación o su sustitución por otra norma que liberalice el acceso a la actividad profesional en este campo, pero solo en base a razones objetivas de capacitación y conocimientos.

Como colofón, recalcar que nuestros colegiados son profesionales de futuro, polivalentes y transversales, formados en todas las disciplinas de la obra civil, pública y de la edificación, que me complace representar y ofrecer a la sociedad.