El cementerio viejo de Polop, ubicado dentro del recinto del castillo de esta localidad de la Marina Baixa, aspira a ser escogido como uno de los mejores de España en la categoría de mejor historia documentada en él, en la encuesta que lleva a cabo la revista Adiós Cultural. Esta publicación especializada en el sector funerario organiza por tercer año consecutivo un concurso a través de internet para escoger los camposantos más singulares de España, tanto al más destacado en su conjunto como al mejor monumento funerario y a la mejor historia, así como a la mejor iniciativa medioambiental. En la primera edición de este certamen, el cementerio de Sant Antoni Abat de Alcoy fue escogido como el que tenía el mejor monumento, en concreto la escultura realizada por Fernando Cabrera en el panteón del empresario Agustín Vidal Gisbert.

El antiguo camposanto de la localidad alicantina compite en su categoría con los de Avilés (Asturias), Real Sitio de San Ildefonso (Segovia), Valencia, Cabra (Córdoba), Alcalá la Real (Jaén), Álora (Málaga), Chiclana de la Frontera (Cádiz), el de Santa Isabel en Vitoria y el de Ciriego en Santander. La historia documentada que se alega en la candidatura es el hecho de que, antes de ser cementerio durante unos 150 años, el recinto fue un castillo, en el que, según se recoge en Adiós Cultural, ocurrieron acontecimientos como la visita del Cid Campeador (siglo XI) y una matanza de moriscos durante la Guerra de las Germanías (siglo XVI). El cementerio polopino también es recogido en varios libros, entre los cuales destaca especialmente Años y Leguas, de Gabriel Miró. El escritor alicantino, que pasó largas temporadas en Polop, era un enamorado de este cementerio, el cual plasmó en el capítulo "Huerto de Cruces" de la citada obra. Así lo explica el Ayuntamiento, titular del recinto, en la información remitida a la publicación especializada.

Vista de la localidad de Polop, con el castillo que alberga el antiguo cementerio al fondo. Foto: David Revenga

El lugar dejó de funcionar como cementerio en 1945, al construirse un nuevo camposanto en un punto de mucho más fácil acceso fuera del casco urbano. Después cayó en el abandono, hasta que hace pocos años se restauró, como parte del proyecto del Ayuntamiento de Polop de crear una ruta por los espacios del municipio vinculados a Gabriel Miró. Ahora, tal y como se señala en la candidatura en este certamen, el recinto puede verse "como el escritor lo veí­a y escribió en su libro", con elementos como una "tumba del forastero" y el panteón de un novicio franciscano. Además, la subida hasta este lugar es el recorrido de un calvario, cuyas paradas de Via Crucis tienen cerámicas del siglo XVIII.

Los ganadores en las distintas categorías del concurso serán elegidos por votación popular, a través de la página web de la revista (www.revistaadios.es). Desde el 13 de julio ya es posible votar en este peculiar certamen que escoge los cementerios más singulares de España.